Eurocopa

Buenos Aires

El España Fútbol Club

De Zúrich a Buenos Aires, 14 horas de vuelo; recibimiento multitudinario en Ezeiza; de inmediato, al hotel Emperador, en la avenida del Libertador San Martín. La campeona del Mundo levanta expectación y pasiones. A riesgo de perder, todos los combinados quieren enfrentarse a España, es un honor, y un espectáculo para los ojos de lo espectadores.

El España Fútbol Club
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Argentina la espera mañana, no quedan entradas en el Monumental de River. El partido tiene sabor; es mucho más que un amistoso, es la revancha del que ambas selecciones disputaron en noviembre de 2009 en el Calderón (2-1), con motivo del centenario de la Real Federación Española de Fútbol. Entonces la anfitriona era campeona de Europa; hoy aparece en el escalón más elevado. Y, sin embargo, no ha cambiado. Apetece verla jugar porque seduce y sus jugadores cuentan los días, las horas, para volver a reunirse. Luis Aragonés lo fundó y Vicente del Bosque lo ha consolidado: se trata del España Fútbol Club.

Integrantes de la Selección, jugadores, técnicos o directivos, no ocultan que los futbolistas «están locos por coincidir», por juntarse para jugar, «se echan de menos», «son una piña». Un equipo sin fisuras que no se conforma con lo que ha conseguido. «Queremos llegar al Mundial de Brasil y continuar batiendo récords», dicen.

No les falta razón, ésta es una Selección dispuesta a romper todas las marcas. «Caerán los récords como churros». Tienen muy presentes las murallas que van a derribar, y no parece albur. «Villa va a marcar más de 70 goles con esta camiseta», se ilusionan, «y Xavi, Ramos y Puyol van a entrar en el ‘‘club de los 100'' sin dificultad. Tienen recorrido».

Sin embargo, la humildad de la que hicieron gala durante todo el Mundial de Suráfrica continúapresente en cada una de sus manifestaciones. No están crecidos ni deslumrados por los éxitos. Lo demostraron en Liectenstein. Del Bosque les pidió golear para evitar la relajación y que el amistoso con Argentina no restara seriedad al partido oficial. Cumplieron.

«Jugamos con 0-0 igual que con 0-4», resaltan, y ni siquiera el viaje transoceánico ha mermado sus ilusiones ni su ambición, intactas. Pidieron entrenar en «La Bombonera», el santuario de Boca, y lo consiguieron en la tarde de ayer. Jugar en el Monumental de River es la otra meta, «y un objetivo a largo plazo, la final de la Copa Confederaciones de 2013 en Maracaná».

El España Fútbol Club no es un equipo conformista, y eso se nota en el interés que despiertan sus integrantes allá donde juegan. En México agotaron las entradas del Azteca y para mañana ya no hay billetes en el Antonio Liberti. El encuentro promete emoción, ya sin el parlanchín Maradona en el banquillo. Batista, el nuevo seleccionador albiceleste, quiere inculcar entre sus hombres la doctrina futbolística española, «más balón y menos gimnasio». La técnica, el espíritu argentino, la base de su centenario balompié, por encima de la fuerza y el patadón. Pero, cuidado, que sin energía no hay imaginación, y «La Roja» compite en los dos segmentos.


Messi, el punto de apoyo de Batista
Sergio Batista cuenta con el barcelonista Lionel Messi como pilar de su gestión en el cargo de seleccionador argentino, de momento interino, con posibilidades de consolidarse si derrota a España. Messi dijo al llegar a Buenos Aires que «nadie» en la plantilla «piensa que Batista sea interino», y menos él, que le tuvo como entrenador con la selección campeona olímpica en Pekín 2008, y que intentarán jugar ante los campeones del mundo «como él lo pide». «Él está a cargo del equipo ahora y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que continúe» , aseguró Messi. Sin embargo, la decisión sobre su continuidad depende de una comisión de dirigentes de la AFA que preside Julio Grondona.