Navarra

El PNV cuenta con Bildu para dar pleno poder a la Ertzaintza

La mayoría nacionalista planteará en el Parlamento de Vitoria la salida de la Guardia Civil y de la Policía del País Vasco en beneficio de la Policía autonómica> Despliegue policial en el País Vasco

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MADRID– La vuelta del PNV al Gobierno vasco y, por lo tanto, a controlar la Ertzaintza a través de la consejería de Interior, pone de nuevo sobre la mesa la aspiración nacionalista de que esta Policía autónoma se convierta en una Policía integral con todas las competencias, incluidas las internacionales. Se trata de una vieja estrategia cuya finalidad es la de hacer innecesaria, con el paso del tiempo, la presencia en el País Vasco de las otras Fuerzas de Seguridad, Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. En una palabra, ir borrando todo lo que queda de España en la comunidad autónoma.

Lo preocupante, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, es que en este asunto los nacionalistas coinciden con EH-Bildu, que plantea las cosas de una manera más directa y tajante. De hecho, ETA, al reclamar una negociación con los gobiernos de España y Francia, ofrece un supuesto desarme a cambio de la libertad de sus presos y de la salida de las Fuerzas de Seguridad del País Vasco y Navarra.

Incluido en el programa
En su programa electoral, con el que ha ganado las elecciones autonómicas, el PNV propugna que «la adecuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Euskadi» sea «abordada de manera inmediata a fin de que responda tanto en la organización como en sus efectivos, al alcance de las funciones reservadas según ratios razonables y comparables. Ésta es una cuestión que afecta al ámbito de competencias del autogobierno de Euskadi».

La palabra «adecuar» es lo suficientemente ambigua como para amparar todo tipo de opciones, incluida, en un momento dado, la votación en el Parlamento vasco de la salida de la Policía, la Guardia Civil y los Ejércitos de esta Comunidad Autónoma, resolución que, de ser planteada por los nacionalistas, contaría con el apoyo entusiasta de los proetarras de EH-Bildu. Y viceversa.

De hecho, LA RAZÓN ha podido saber que, a nivel del Gobierno central, el tema ya se ha tratado en reuniones de órganos especializados y se han estudiado los distintos escenarios que se pueden presentar a corto y medio plazo.

Todo esto se plantea en un momento en el que persiste la amenaza «latente» de la banda terrorista ETA, que no ha desaparecido. A ello hay que sumar la que ejercen a diario los grupos de su entramado, que, de una manera constante y creciente, hacen valer su presencia en los lugares en los que gobiernan o tienen una gran influencia. Negar esta realidad y mirar hacia otro lado no contribuye a resolver las cosas, sino a empeorarlas, según expertos antiterroristas consultados por este diario.

Labor contra los «comandos»
Mientras el pacto entre los socialistas vascos y el Partido Popular funcionó con normalidad, la Ertzaintza desarrolló una gran labor contra el entramado etarra y, en ocasiones, contra los «comandos» de la propia banda criminal. Pasadas las elecciones, y tras la mayoría nacionalista-separatista que tiene el Parlamento, se ha observado una cierta relajación en la persecución de determinadas conductas del mundo proetarrra, entre ellas las relativas a la presencia de fotografías y carteles de presos terroristas.

Está por ver cuál será la actitud de los mandos políticos que en el futuro próximo dirijan la Ertzaintza ante la estrategia de presión y tensión que tiene previsto desarrollar el entremado proetarra para tratar de forzar la negociación del Gobierno con ETA y la libertad de los presos. «Será una auténtica piedra de toque para saber si se va a optar por la tolerancia o por la persecución de las posibles irregularidades que se puedan cometer», agregan.

En el programa del Partido Nacionalista Vasco, se hablaba, dentro de la imagen de moderación que los nacionalistas trataron de ofrecer durante la campaña y para atraerse votantes de los socialistas vascos y del Partido Popular, de que se mantendría la coordinación de la Ertzaintza con las otras Fuerzas de Seguridad a través de la Junta de Seguridad. Sin embargo, no es un secreto que el programa máximo del Partido Nacionalista y su líder, Iñigo Urkullu, busca la independencia del País Vasco, lo que conllevaría la desaparición de toda presencia «armada» de España. De hecho, la petición de salida del Ejército del País Vasco es una constante en las intervenciones del PNV en el Senado.

De momento, si los nacionalistas cumplen su programa, van a intentar convertir la Ertzaintza en una policía integral, con una integración internacional similar a la del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Por ahí se empieza, ya que, si no tienen que contar con estos cuerpos para desarrollar su labor, ¿cómo se justifica su presencia en el País Vasco?

Los jueces ordenan poner la bandera en Sopelana
En un acto celebrado ante el Ayuntamiento de Sopelana (Vizcaya), la alcaldesa del municipio, Saioa Villanueva, así como concejales y ex ediles de vinculados a la izquierda abertzale denunciaron ayer el requerimiento del Contencioso-administariva que les obliga a colocar la bandera española en el edificio consistorial, en cumplimiento de la legislación, que obliga a su ubicación en las instituciones oficiales «en lugar preferente y visible». Los abertzales leyeron un manifiesto de denuncia contra lo que calificaron «un nuevo episodio de imposición», bajo la «amenaza» de «inhabilitación y persecución judicial y policial contra la representación electa» del municipio. Los convocantes han mostrado su «total desacuerdo con esta imposición» y quisieron «dejar constancia» de que «la bandera que se impone no nos representa ni en nuestro pasado, ni en nuestro presente», informa Ep.