España

El «negocio» de los desaparecidos

Proliferan los videntes que ofrecen pistas a cambio de dinero. Las familias Del Castillo y Cortés, entre sus víctimas

Desde que desapareció Marta del Castillo, sus padres han recibido cientos de pistas falsas: «Todas saben dónde está, pero ninguna dice lo mismo»
Desde que desapareció Marta del Castillo, sus padres han recibido cientos de pistas falsas: «Todas saben dónde está, pero ninguna dice lo mismo»larazon

MADRID-A cuatro días del inicio del juicio por el asesinato de su hija, Antonio del Castillo salió corriendo de su casa a altas horas de la madrugada. Creía que, después de tres años, habían dado con el cadáver de su hija. Una vidente le aseguraba que los restos óseos que había desenterrado la noche anterior junto a la Policía pertenecían a la joven. Pero la esperanza de Antonio se desvaneció al conocer que los restos no eran humanos. Una mentira más. «No puedo ni echar la cuenta de las personas que nos han llamado con estas cosas. Todas saben dónde está, pero ninguna dice lo mismo», explica con desesperanza.

Olga, una autodenominada «psíquica», se defiende: «Marta está ahí abajo, ella me lo ha dicho, pero no hemos excavado lo suficiente». Fue esta mujer la que dio la pista de los huesos, y asegura que lleva más de un año conectada con la joven y que sólo desea terminar con ello: «No pido nada. Mis viajes me los costeo yo». También asegura saber quiénes enterraron el cuerpo, pero no lo dirá «hasta que no aparezca el cadáver. Ya lo veréis».

Especialistas en menores
Los videntes, médiums y demás «escogidos» se multiplican, sobre todo cuando los casos de desaparecidos trascienden a los medios de comunicación. Ahí encuentran su filón. Y la situación se agrava con los casos de menores. Saben que son difíciles de resolver y se complican 72 horas después de su desaparición. En 2009, cuando comenzó la búsqueda de Marta del Castillo, la asociación SOS Desaparecidos, que agrupa a familiares de personas en paradero desconocido, recibió más de 200 correos y llamadas de personas que afirmaban conocer el paradero de la joven. «Cuando ven que no les hacemos caso y que, incluso, les denunciamos por extorsión, pasamos a convertirnos en su blanco», asegura Fran Jiménez, coordinador de la organización. «Ustedes son unos mal nacidos y si la niña no se localiza es por su culpa. Ahora el padre ya no nos hace caso y eso lo van a pagar muy caro, sabemos dónde están sus familias». Éste es un ejemplo de los mensajes que reciben.

Cuando la Policía Científica informó a la familia Del Castillo de que los huesos pertenecían a un animal, Antonio se quedó vacío, sin palabras. Pero su familia no es la única que sufre llamadas inquietantes. Los intentos de sacar tajada del dolor ajeno se suceden. SOS Desaparecidos comenta algunos de los correos que reciben casi a diario. Todos buscan lo mismo: lucrarse. «Su hija esta viva y en Holanda. Envíenme 400 euros y se la traigo sana a España. Recuerde que ella contacta conmigo y si se entera alguien de esto se puede romper ese contacto». Siempre juegan con el sentimiento, con el «poder» de que «sólo se pone en contacto con ellos».

Así jugaron con la fe de la abuela de Mari Luz que, como explica Juan José Cortés, el padre de la menor desaparecida en 2008, fue extorsionada días después del llamamiento público que hizo la familia para dar con la pequeña.

A por los abuelos
«Desde el primer día, las médiums no pararon de llamarnos, pero nunca les hicimos caso. Salvo mi madre, que en su desesperación le entregó a una de ellas más de 300 euros. Le aseguró que sabía donde estaba la niña. No se dan cuenta de que a la gente mayor le hacen mucho daño», cuenta Cortés. Al abuelo de Marta le pasó algo parecido: «Mi suegro nunca ha creído en estas cosas, pero la desesperanza le ha hecho aferrarse a un clavo ardiendo. En una ocasión se fue con un vidente que aseguraba que las ondas psíquicas le llevarían al cadáver de su nieta», explica el padre. La «varita» del «experto» no encontró nada.

Por su parte, la Policía niega la colaboración de personas ajenas a la investigación: «Jamás les hacemos partícipes de nuestra investigación», aseguran. Pero, Cortés pone en duda esta afirmación: «Los agentes trabajan muy bien, pero a nosotros no nos permitieron que los investigadores que contratamos trabajaran con ellos. En cambio, se movilizaron cuando recibieron la llamada de una vidente de Sevilla». La «revelación» era falsa.


«Se la llevó un águila»
«Veo con tristeza la desaparición de la pequeña, pero dejen de buscarla porque su cuerpo está muerto, ya que se la llevó un águila». Este correo de una vidente nunca llegó a la familia afectada, no sólo porque SOS Desaparecidos nunca los remite, sino porque en ese momento la niña ya estaba en casa con sus padres. Juan Bergua es secretario de la asociación y además lleva más de 12 años buscando a su propia hija. Él es tajante: «No hacemos caso a estas personas. Son capaces de buscarte la hipótesis que quieres oír. Sólo buscan protagonismo».