«Ni el Dream Team ni la Quinta eran tan superiores»

Madrid- «Ahora se está menos pendiente de la ilusión del aficionado y más de todo lo que rodea a estos encuentros. Se presta mucha atención a la previa y al post partido, cuando lo importante es lo que pasa durante los noventa minutos», dice Míchel respecto a las diferencias entre sus Madrid-Barcelona y los de ahora. «Al final, el fútbol es once contra once y el balón. El concepto principal no ha cambiado, pero sí, y mucho, la parte mediática», añade el tío futbolista de Rafa Nadal. Los dos tuvieron sus momentos de gloria, pero ahora sus ojos también miran desde la posición del entrenador: «El Real Madrid ha progresado mucho respecto al año anterior y es mucho más estable. Hace un fútbol más consecuente con lo que se espera de él, pero yo al Barcelona le veo igual, se ha mantenido a un altísimo nivel y eso también es progresar de alguna manera», analiza el ex técnico del Getafe, al que no le gusta demasiado el debate en torno a la posible defensa de tres de Guardiola y al trivote de Mourinho. «No creo mucho en los sistemas cuando se habla de ellos como algo fijo. Al final, la pelota obedece a los que la tratan bien, y los dos equipos tienen jugadores que saben hacerlo. Más que la alineación, lo que resulta clave es la intención». «Con Dani Alves, lo de la defensa de tres es relativo. Con él en el campo puedes con cuatro atrás y cuatro delante a la vez», completa Nadal.

Antes de terminar, la conversación regresa otra vez al siglo XX, para tratar de encontrar un antecedente al dominio abrumador de estos dos equipos tanto en la Liga como en la «Champions». «Ni el Dream Team ni el Madrid de la Quinta del Buitre eran tan superiores al resto como sucede ahora. No había tanta diferencia. Recuerdo que hacer la media inglesa (ganar en casa y empatar fuera) era un buen resultado para luchar por el título. Ahora, empatas fuera y es un fracaso», dice Míchel, que explica este desequilibrio en la debilidad de los aspirantes (Valencia, Atlético, Deportivo) más que en el aumento de calidad de la plantilla de los grandes. «Parece que se nos olvida, pero Madrid y Barça siempre han tenido magníficos jugadores. Me gustaría poder poner a Hugo Sánchez y Martín Vázquez en este equipo de Mourinho y ver la reacción que tendría el público», dice para elogiar a sus ex compañeros el mítico «8», que sólo tiene un mal recuerdo de estos partidos: el primero que vio como ex futbolista.