Bruselas

La falta de dinero asfixia a las pymes

Sólo el 50% de las pequeñas empresas accede a créditos, frente al 66% de la UE

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Madrid-Las pequeñas y medianas empresas españolas (pymes) tienen pocos factores a su favor. La variable coyuntura a la que se enfrentan no podría ser peor, con una tasa de paro disparada, el consumo por los suelos y la inflación castigando los ya de por sí afectados bolsillos de los españoles. La reducción del gasto de las familias españolas repercute de forma directa en los ingresos de estas sociedades, que emplean al 99% de los trabajadores de nuestro país.

Para colmo, la financiación bancaria acumula tres años de caídas y las previsiones no arrojan ningún atisbo de esperanza. No en vano, la mitad de las pymes que solicitaron préstamos entre los meses de septiembre de 2010 y marzo de 2011 no lograron captar el capital suficiente para enfrentarse a esta difícil coyuntura. En algunos casos, las entidades ni siquiera les concedieron una parte del dinero pedido, según se desprende de la última encuesta del Banco Central Europeo (BCE).

Las últimas exigencias de Bruselas y Banco de España obligan a las entidades financieras a alejarse lo máximo posible del fantasma de la morosidad para evitar solapamientos crediticios en las carteras, como los que se vieron en la crisis financiera. Miran con lupa las solicitudes de financiación de las compañías y los departamentos de riesgo no dan abasto. En estas condiciones, parece imposible que el tejido productivo español levante cabeza, y buena muestra de ello son las últimas cifras conocidas de cierre de empresas y la incesante subida de la tasa de paro.


Interesas más altos
La situación promete ponerse peor después de la subida de tipos efectuada por el Banco Central Europeo (al 1,25%), realizada con el objetivo de contener la inflación, ya que encarecerá el acceso de las entidades al mercado interbancario.

En los créditos al consumo concedidos en nuestro país, los clientes ya han notado severos incrementos en los intereses cobrados por los bancos. Si a las entidades les sale más caro pedirle dinero al BCE y, por extensión, entre ellas, empresas y consumidores sufrirán el incremento en los márgenes.

La situación es distinta en países como Alemania, donde el 79% de las compañías de entre 1 y 50 trabajadores lograron la financiación solicitada al sector financiero, según la encuesta del Banco Central Europeo (BCE), realizada sobre 7.532 empresas y que sitúa la media de la zona euro en el 66%.

El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, ya advirtió el jueves de que el problema económico de España «no se soluciona con más créditos». En opinión de Sáenz, empresas y familias deben «desapalancarse», es decir, reducir su deuda. Las palabras del banquero dejan entrever una realidad social, que no es otra que la de adaptarse a los nuevos tiempos y evitar vivir por encima de las posibilidades de cada uno. La época del «dinero para todos» hace tiempo que terminó.


«Desapalancados»
Además, la tendencia observada en el endeudamiento de familias y empresas refleja que lo que aconseja Sáenz ya lleva algunos meses produciéndose. Aunque de forma poco significativa por el momento, España se está desapalancando. Los últimos datos del Banco de España revelan que el saldo de la deuda de las familias se redujo en más de 11.000 millones de euros entre febrero de 2010 y el mismo mes de 2011.

En lo que respecta a las empresas, el endeudamiento tocó techo en noviembre del año pasado en 1,32 billones de euros, y se redujo en 12.844 millones en los cuatro meses siguientes. El cambio de modelo productivo está ahí y la crisis lo ha hecho aflorar.