Barcelona
Los exhibidores quieren decidir las películas que se doblan al catalán
Este 2011 ha golpeado con fuerza a los cines en Cataluña, que han visto un importante descenso de público, después de un ya mal 2010. Sólo el estreno de «Torrente», en el mes de marzo, consiguió llenar las salas. Ni siquiera grandes éxitos internacionales, como «Piratas del Caribe», han conseguido llegar a las expectativas.
Y el futuro no parece muy alentador. Por ello, los exhibidores catalanes tienen muchas esperanzas puestas en el estreno el próximo viernes de «Harry Potter y las reliquias de la muerte II». Las «majors» anunciaron el miércoles que el final de la saga del mago adolescente llegará a las salas con 17 copias en catalán. Hacía un año, desde la aprobación en el mes de julio de la Ley del cine, que imponía cuotas al doblaje del 50 por ciento en catalán, bajo sanciones de 75.000 euros, que no se doblaban grandes estrenos al catalán. El penúltimo Potter fue el único de la saga no doblado. Generalitat y «Majors» han llegado a un acuerdo para buscar soluciones de consenso sobre cómo aplicar la polémica ley. Los exhibidores aplauden la medida, pero exigen formar parte de las negociaciones de qué películas traducir. «Las salas de cine son las que saben lo que importa al público. Queremos formar parte de la comisión de seguimiento para poder escoger sobre qué películas doblar», señaló ayer Pilar Sierra, gerente del Gremio de Empresarios de Cine de Cataluña.
De momento, ya se han anunciado los primeros títulos que se doblarán al catalán, sin que se haya definido la lista definitiva. Entre los estrenos destacan «Los pitufos», «Super 8», «Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio» y el reestreno en 3D de «El rey león». En este compromiso de buena voluntad anunciado por las «majors», volverán los 35-40 títulos doblados por año, con el compromiso de la Generalitat de hacerse cargo de parte de los gastos del doblaje. «Es un sector complicado, y si las tres partes no van de la mano, la solución no será la adecuada», afirmó, no obstante, Sierra.
Distribuidores y exhibidores fueron de la mano contra el sistema de cuotas hasta la aprobación de la ley. Ahora, el riesgo de que vuelva la escisión y cada uno busque su propio interés preocupa a los empresarios de cine, que se enteraron del acuerdo entre «majors» y Generalitat en una reunión con Fèlix Riera, director del Institut Català d'Indústries Culturals (ICIC), el mismo miércoles. «Queremos que nuestra viabilidad dependa de muchas películas, no sólo de "blockbusters". Si la Generalitat ofrece ayudas a la producción y al doblaje, también debería hacerlo a las salas de cine», señaló Sierra. Las empresas catalanas, en definitiva, son las salas, no las «majors».
Mascarell celebra el acuerdo
El conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, celebró ayer el acuerdo que el Govern ha cerrado con las «majors» cinematográficas. Desde el Parlament, aseguró que con este anuncio «se rompe una situación heredada de "impasse"y bloqueo». La ley indica que en siete años debe alcanzarse el 50 por ciento de las copias de las películas no europeas estrenadas en Cataluña se hagan dobladas o subtituladas al catalán. Todavía falta por redactar el reglamento que implemente este objetivo y en este reglamento es dónde reside la negociación. «El acuerdo puede alcanzarse por la vía de un reglamento o por la vía de la práctica, y es más interesante que se llegue por la vía de la práctica», dijo Mascarell, que espera que el diálogo y el compromiso consigan no paralizar las bases de la ley. Uno de los primeros beneficiados por el desbloqueo de las «majors» será el Festival de Sitges, que en 2010 apenas acogió estrenos de los grandes estudios de Hollywood y que este año podrá recuperar los grandes estrenos de cine fantástico. Por su parte, el presidente de la Federación de Distribuidores Cinematográficos (Fedicine), Luis Hernández de Carlos, celebró la nueva disposición de la Generalitat a llegar a un acuerdo, pero aseguró que las posturas todavía están lejanas y no será fácil.
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