Copa Davis
Ferrer vuelve a reinar en el Ágora en un año de ensueño
El español David Ferrer se coronó de nuevo campeón del Valencia Open 500 tras superar al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-1, 3-6 y 6-4, en una gran final en la que el jugador de Jávea consiguió levantar su sexto título de la temporada.
Ferrer, a sus 30 años está viviendo el mejor año de su carrera. Nadie ha ganado más títulos que él este año y sólo le iguala el número uno mundial, el suizo Roger Federer.
El español acusó en esta final su competición en el cuadro de dobles, donde anoche disputó las semifinales junto a Juan Carlos Ferrero, pero una vez más demostró en la pista su corazón guerrero y se agarró a un partido en el que Dolgopolov, que ha firmado un gran tenis toda la semana, le puso las cosas muy complicadas.
En el primer set, Ferrer consiguió plasmar a la perfección su estrategia sobre la pista, con grandes restos que desarmaron a un Dolgopolov, que había encontrado en el saque su gran aliado en el torneo, tras presentarse en la final cediendo un único servicio en toda la competición.
El español, consciente de que esa era una de las claves del partido, estuvo muy certero al resto, con bolas muy profundas, y tuvo opciones de quiebre en todos los servicios del ucraniano, que tras ceder su primer saque en el cuarto juego bajó sensiblemente sus prestaciones en la central del Ágora.
En apenas media hora Ferrer se hacía con el primer set, primero que cedía el tenista de Kiev en todo el torneo. Sin embargo, Dolgopolov se rehizo. Recuperó las sensaciones de su saque -firmó un cien por cien de puntos ganados con el primero en esta manga- y aprovechó la única bola de rotura que hubo en el set para igualar el partido.
El parcial definitivo arrancó a una velocidad de vértigo, con ambos tenistas ganando con mucha facilidad su servicio, hasta que en el sexto juego se abrieron las hostilidades. El partido subió en intensidad y emoción. Dolgopolov dispuso de un 15-40 que logró salvar Ferrer con muchísimos apuros y con la colaboración del 'Ojo de Halcón'.
La tensión se plasmaba en cada punto y Ferrer sacó toda la casta para mantener su servicio primero y después para aprovechar el primer punto de rotura que dispuso para llevarse el partido, la final y su tercer título en Valencia.
Ferrer se lanzaba al suelo, emocionado por la tensión vivida, y tras felicitar a su rival, se encaminó a buscar en la grada a su amigo y socio Juan Carlos Ferrero, quien se ha retirado profesionalmente en este torneo, y con el que se fundió en un sentido abrazo.
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