Comunidad de Madrid
El voto de la agrupación fantasma
El líder del PSM pide que no se les permita votar mientras la ministra de Sanidad cuenta con sus apoyos.
Estaban olvidados por el PSM, abandonados a su suerte y enterrados por el secretario general de los socialistas madrileños Tomás Gómez desde hace dos años. Pero ahora los centenares de militantes suspendidos de la agrupación socialista de Móstoles se han convertido en el objeto de deseo de los candidatos a las primarias del PSOE en Madrid.
Uno para dejarlos bajo tierra hasta después del 3 de octubre, y otra para resucitarlos para que voten en la misma fecha. A falta de que el Comité de Derechos y Garantías del partido socialista decida sobre el futuro de la agrupación, disuelta desde la debacle en las últimas elecciones municipales y la posterior guerra interna, Tomás Gómez y Trinidad Jiménez han trasladado su batalla en el barro a este cenagal.
El primero, que no ha movido un dedo para solucionar la situación de los militantes mostoleños en manos de una gestora desde 2008, no quiere que se les permita votar en caso de que se les vuelva a admitir en el seno del partido. Esgrimiendo las normas del PSOE, que sólo admite el voto en las primarias a los afiliados al corriente de pago según el último censo del 17 de julio, los tomasistas ocultan el temor de que los centenares de sufragios de esta localidad vayan a la rival de Gómez.
Pucherazo
Es más, las críticas a lo que todavía es una posibilidad, a falta del dictamen del Comité, pasan de los funestos augurios de que provocaría «incertidumbre jurídica en todos los procesos de primarias del territorio español», hasta que sería un «gran error» e, incluso, acusaciones de «pucherazo», «oscurantismo» y «sospecha». Sin embargo, lo cierto es que fue Tomás Gómez quien forzó el cierre de la agrupación y quien no ha permitido que se solucione desde entonces.
Precisamente el rencor al secretario general del PSM es una ventaja más que evidente para su rival, Trinidad Jiménez, que lograría tanto el voto de castigo a Gómez como el de los militantes a los que prometa rehabilitación total dentro del partido. Por eso, el equipo de la ministra de Sanidad no hace más que recordar que la situación de los socialistas de Móstoles está «enquistada» desde hace dos años.
El voto de UPyD
Además, el portavoz de la Plataforma de Apoyo a Trinidad Jiménez consideró que lo importante es que el proceso «cuente con la máxima participación de los militantes». Lucas consideró también que la inquina a Tomás Gómez por el cierre de la agrupación no es un motivo para no admitir a estos afiliados. «Seria muy fuerte que no abriera la agrupación porque se presupone que va a ganar Trinidad Jiménez», consideró el portavoz de los partidarios de la ministra.
Sin embargo, mientras los de Jiménez se frotan las manos con este filón de votos, lo cierto es que su afán por ganar el 3 de octubre podrían pasar por encima de situaciones comprometidas e, incluso, ilegales, como es que un militante de UPyD vote en las primarias socialistas. Por lo visto, el que fuese secretario de organización del PSOE de Móstoles, Mariano Bonilla, se fue al partido de Rosa Díez, como coordinador local tras el cierre de la agrupación. Si el Comité de Derechos y Garantías no repara en ello, Bonilla, y por ende, UPyD, podría tener en sus manos un voto que se puede convertir en la llave de las primarias.
Gómez vuelve a pedir el auxilio de Pajín
No es la primera vez que la secretaria de Organización del PSOE echa un capote a Tomás Gómez en la Comunidad de Madrid. Siempre le ha apoyado y ahora el secretario general vuelve a pedir su ayuda para enfrentarse a Trinidad Jiménez. En boca del portavoz de sus partidarios, Eusebio González, Gómez ha pedido a Pajín que revise «detallada, minuciosamente y de manera urgente» la decisión de la Comisión Federal de Etica y Garantías del PSOE sobre la agrupación de Móstoles, para que evitar una decisión «errónea», que muestre «favoritismo» hacia una de las dos candidaturas, que no sería precisamente la del líder del PSM.
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