Castilla-La Mancha

La falta de liquidez deja a la Sanidad al borde del colapso

La Sanidad española ha entrado en barrena. Los síntomas eran ya inquietantes en 2009; en marzo de este año se recrudecieron, y ahora, tal y como adelantó LA RAZÓN en el mes de marzo, empiezan a aflorar con una intensidad inusitada.

La falta de liquidez deja a la Sanidad al borde del colapso
La falta de liquidez deja a la Sanidad al borde del colapsolarazon

El cuadro clínico puede resumirse de la siguente forma: la crisis económica ha dejado prácticamente vacías las arcas autonómicas cuando aún quedan casi tres meses para que finalice el año. Como consecuencia de ello, los consejeros están teniendo verdaderos problemas para pagar los débitos, y muchos han optado por guardar facturas en los cajones para tratar de salvar el ejercicio, con la esperanza de que más adelante llegarán tiempos mejores. Los datos no pueden ser, sin embargo, más negros, ni los nubarrones que se ciernen sobre el sector, más espesos.

En estos primeros nueve meses del año, el sistema sanitario en su conjunto ha acumulado un déficit cercano a los 11.000 millones de euros, según las estimaciones oficiales, aunque podría ascender hasta los 15.000 millones a finales de diciembre si se cumplen las peores previsiones.

Sin precedentes

El pasado 30 de junio, las comunidades autónomas adeudaban más de 6.500 millones de euros a proveedores de material sanitario y a laboratorios, una cifra récord, sin precedentes en la historia sanitaria española, que hace peligrar el futuro de numerosas compañías privadas y sus puestos de trabajo. El análisis de los diferentes territorios arroja resultados particularmente aterradores: por ejemplo, las compañías farmacéuticas tardan la friolera de 709 días en cobrar los medicamentos que dispensan los hospitales cántabros; la demora de los proveedores de productos y tecnología sanitaria en este territorio alcanza por su parte los 636 días.

En total, tres comunidades tardan casi dos años en abonar sus deudas: además de la ya citada, resultan también especialmente graves los casos de Baleares y Murcia, aquejados de una latente falta de liquidez. Con todo, la autonomía que se lleva la palma en lo que se refiere al monto adeudado es Andalucía. Sólo a los laboratorios les debe 774 millones de euros de los 3.415 millones que están pendientes de pago en en toda España.

Las farmacias

Pero no son sólo las grandes empresas las golpeadas por las tensiones financieras de las comunidades en el ámbito sanitario. Las farmacias son otras de las grandes perjudicadas, junto con los profesionales de hospitales y centros de salud, a los que ya se les rebajó el sueldo entre un 7,5 y un 5 por ciento en función de si fueran o no médicos. En Cataluña, por ejemplo, los colegios de farmacéuticos cobran con 60 días de retraso el monto total de los medicamentos dispensados con receta médica cada mes. Frente a otros feudos, que abonan los fármacos el día 20 de cada mes, la Generalitat ha decidido fraccionar el pago, abonando a los 35 días un 30 por ciento de la factura total y, 25 días más tarde, el otro 70.

La consecuencia es que los colegios se ven obligados a pedir créditos y a asumir los intereses para anticipar el dinero a los boticarios y éstos puedan proseguir su actividad sin tener que echar el cierre.

Los problemas en los pagos también se están produciendo en Baleares y Murcia, según fuentes farmacéuticas. Mientras, los boticarios andaluces temen posibles represalias ante su negativa a recortar más de un 20 por ciento el precio de los pañales.

El déficit financiero está agudizando el ingenio de numerosas autonomías en el intento de cuadrar cuentas. País Vasco y Castilla-La Mancha, por ejemplo, decidieron obstaculizar por parte de algunos médicos la prescripción de la marca comercial de determinados medicamentos. La primera comunidad pretende ahora ir más allá y, en el plano profesional, busca recortar también gasto en materia de personal. Así, se está planteando la posibilidad de reducir la edad pediátrica hasta los siete años, lo que eximiría a la Consejería de tener que contratar más pediatras, al poder recurrir a médicos de familia ya en plantilla.

En Cataluña, por su parte, las tensiones en la tesorería han llevado al departamento de Sanidad a retrasar el pago a los centros concertados: ahora cobran a los 90 días. Otros feudos, como Galicia, están recortando, por su parte, las famosas peonadas de los médicos, con el objetivo de abaratar costes, mientras la mayoría de los territorios se ha decantado por paralizar las contrataciones de personal y la suplencia de las bajas. Finalmente, en Navarra, como se recordará, el Departamento de economía decidió intervenir las cuentas sanitarias ante la negra evolución que estaba experimentando el gasto.


Historia de una quiebra anunciada
Se veía venir y LA RAZÓN lo predijo el pasado 17 de marzo: «Las autonomías agotarán en verano sus fondos para pagar la Sanidad». Y así es. En octubre, a falta aún de tres meses para que finalice el año, el déficit del sistema sanitario supera los 11.000 millones de euros (este periódico adelantó que rondaría los 12.000).

El año pasado ya había síntomas suficientemente inquietantes y en marzo de 2010 la situación era tan grave que Trinidad Jiménez se reunió con las autonomías con la intención de consensuar un plan de choque que salvara al sistema de la quiebra.
Siete meses después, lo único que ha sucedido es que se han cumplido las predicciones. Esta quiebra ya se había anunciado.