La crisis se ceba con las mascotas

Cada tres minutos y medio algún ayuntamiento o protectora de animales de España recoge de la calle una mascota; al día, suman 400 entre perros y gatos. En 2009, 115.879 perros fueron rescatados del abandono o extravío y más del quince por ciento fue sacrificado, según el «Estudio Fundación Affinity sobre el Abandono de Animales de Compañía». Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana fueron las regiones donde más perros se recogieron. El cambio de domicilio, las camadas indeseadas y la pérdida de interés por el animal son las causas principales de abandono, un 13 por ciento; seguidas del comportamiento del animal y del fin de la temporada de caza. El nacimiento de un hijo y la aparición de alergias contribuyen al deseo de deshacerse de él.

Una decisión que se puede hacer entregando a la mascota a una protectora en vez de dejarlo abandonado en la calle, pero sólo dos de cada de diez animales que están en las entidades son entregados por la persona que se deshace de ellos. En este sentido, hay que recordar que los perros abandonados provocaron 3.000 accidentes de tráfico en 2008, según la Dirección General de Tráfico. De todos los canes que llegan a las protectoras o a las perreras, el 39 por ciento es adoptado. Es cierto que esta cifra supone un diez por ciento más que el año pasado, sin embargo, ello no ha repercutido en un descenso de los casos de perros que han terminado sacrificados. Con respecto al resto, el 25,5 por ciento permanece en el refugio que los acoge y el 16,8 por ciento es devuelto a su propietario.

En cuanto a los abandonos, el estudio de Affinity revela que en 2009 se recogieron menos animales que en 2008: en perros, un dos por ciento menos y en cuanto a gatos, un 7,9 por ciento menos.

Ahora bien, en algunas partes del país la cifra de abandonos ha ido en aumento. «En Madrid, se abandonaron 7.584 perros en 2007, 7.786 en 2008 y 8.357 en 2009. En el primer trimestre de 2010 han ingresado en los centros de recogida 2.215 canes, por lo que se prevén cifras similares a 2009», según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente. Según estas fuentes, el incremento no se debe tanto a la crisis, sino al aumento cuantitativo y cualitativo de los servicios de recogida de animales de la región, tanto de la Comunidad como de las Asociaciones de Protección Animal.

En Valladolid, por ejemplo, «la cifra de perros abandonados o perdidos que están en el depósito canino municipal, tras restar los extraviados devueltos a sus dueños, fue 443 en 2007, 506 en 2008 y 532 en 2009», detallan desde el Centro Canino Municipal.En este sentido, cabe recordar el estudio realizado por Pedigree en el año 2009 que revelaba que en 2008 se recogieron en España más perros, en concreto, un ocho por ciento más, respecto al año anterior.

En cuanto a las adopciones, tanto en Madrid como en Valladolid han aumentado. Pero mientras en Madrid se espera un incremento a lo largo de este año, en Valladolid la cifra, «similar a 2009, ha ido disminuyendo un poco respecto a años anteriores. Se nota que la gente se lo piensa mucho antes de adoptar, pues no pueden asumir un gasto añadido», explica Juan Rodríguez Aguado, del Centro Canino de Valladolid. De hecho, «es cierto que se ve un aumento de perros entregados por sus propietarios a este centro manifestado como causa principal que no pueden atenderlos por motivos económicos», añade.

En cambio, desde El Refugio, su portavoz, Ignacio Paunero, asegura que «la crisis no ha implicado ningún cambio significativo ni de abandonos ni de adopciones». En lo que sí hay acuerdo es en que por la crisis, los dueños llevan menos al veterinario y optan por productos de gama media o baja o por dejar de comprar determinados productos. «Los veterinarios hemos registrado entre un tres y un cinco por ciento menos de ingresos por la crisis. El dueño vacuna a su animal de compañía más tarde o deja de darle pastillas. En cuanto a las ventas de productos, éstas han descendido un tres por ciento», afirma el veterinario Ramón Escribano.

Similar opinión tienen desde la Asociación de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa), que señalan que «las consultas veterinarias de casos graves se mantienen. Los propietarios, fundamentalmente lo que hacen es evitar visitas para temas de importancia menor. Se consumen menos objetos de tipo decorativo, vestidos, piensos de precio elevado; es decir, se está ahorrando en lo que son accesorios de lujo, etcétera, pero no en los servicios de tratamientos que son estrictamente necesarios». En esta misma línea, desde el Centro Canino de Valladolid, aseguran que aunque no disponen de datos estadísticos, «lo que sí es cierto es que muchos veterinarios comentan que han tenido un descenso más que notable de clientes».EsterilizaciónMónica ha contado a este semanario cómo se decidió a repetir como adoptante y acogió junto a Mikel en su hogar a Prudencia, una perra abandonada, recogida por la protectora Huellas y que adoptada con anterioridad había sido devuelta a sus instalaciones. «Al principio era muy miedosa así que fuimos poco a poco, y puedo decir que merece la pena. ¡Lo que te pueden llegar a enseñar y a aportar! Con la de animales que hay abandonados y la necesidad que tienen es fantástico darles la oportunidad de volver a tener un hogar. Son muy agradecidos. Es una experiencia preciosa», dice.

«Hoy, el gran problema es que nacen más perros que familias adoptantes hay», se lamenta Isabel Martín, responsable de Huellas. «Hay muchos nacimientos –insiste–, se deja parir a las perras, se regalan y es un regalo que tarda muy poco en ir a la calle o acaba pasando de mano en mano, porque se coge con mucha ansiedad, de forma compulsiva, pero en el momento en que el perro crece y genera unas obligaciones se pierde el interés». Por eso, explica que desde prácticamente todas las protectoras de animales se apoya la esterilización y se pide su obligatoriedad por ley. «Es una medida preventiva tan valiosa como la de recoger animales abandonados».

El etólogo y educador de animales Manuel Villar Dorado, está de acuerdo con Isabel en que «sólo debería criar quien tiene la formación» y que «la esterilización es acertada para aquellas personas que tienen un perro y no son adecuadas para criar». Sin embargo, advierte de que hay estudios que demuestran que si se esteriliza a las hembras antes de su primer celo o demasiado temprano pueden desarrollar agresividad enervada y patológica. De manera que «habría que tener cuidado de cuándo se castra y cuando no se castra. Esterilizar por esterilizar, no», asevera.

Por cierto, sólo en el tres por ciento de los casos la excusa del abandono es la imposibilidad de llevárselo de vacaciones. La verdad es que cada vez son más los hoteles y campings que admiten mascotas, afirma Laura Rodríguez, de la Fundación Affinity. En definitiva, todo un abanico de posibilidades para viajar con ellas, además de las residencias caninas.