Bruselas

Grecia aprueba el ajuste de 9500 millones sin el apoyo de la calle

Varios miles de griegos han salido hoy a las calles de Atenas para protestar contra los recortes presupuestarios incluidos en las cuentas públicas para 2013 que tiene previsto aprobar el Parlamento griego esta medianoche.

Un hombre protesta ante el parlamento griego en Atenas
Un hombre protesta ante el parlamento griego en Atenaslarazon

Atenas- Los griegos volvieron a salir ayer a las calles de Atenas para protestar contra los recortes presupuestarios incluidos en las cuentas públicas para 2013 que el Parlamento griego aprobó a medianoche. Según pudo comprobar la agencia Efe, en la plaza de Syntagma, delante del Parlamento de Atenas, se congregaron unas 15.000 personas convocadas por los principales sindicatos del país y los partidos izquierdistas de la oposición.

«Abajo el gobierno, fuera la troika», «No se irán si no los echamos», y otras insultando al FMI eran algunas de las pancartas de los manifestantes. «Este presupuesto va a destrozar nuestras vidas, nuestras familias y nuestras escuelas, y no será capaz de salvar a la economía griega», dijo el profesor Nektarios Kordis.

A pesar de las protestas, el Parlamento votó a favor de los presupuestos generales para 2013, duramente recortados, como exige la troika formada por la CE, el BCE y el FMI para conceder un nuevo tramo de ayuda al país. El texto presentado por el Gobierno logró 167 votos a favor, 128 en contra, 4 abstenciones y un diputado ausente.

Recorte de 9.500 millones
El recorte presupuestario será de unos 9.500 millones de euros, que se centrarán en las pensiones, los salarios públicos, la administración, la Sanidad y las prestaciones sociales, mientras que se espera recaudar más a través del incremento de algunos impuestos y tasas rechazadas por la población helena.

La coalición formada por el partido conservador Nueva Democracia y los centroizquierdistas Pasok y Dimar no tuvo tantos problemas ayer como el pasado miércoles para sacar adelante las nuevas medidas de austeridad, adoptadas por un estrecho margen de tres votos.

«Hicimos lo que debíamos hacer, es la hora de que nuestros socios hagan lo que deben», exigió el primer ministro Andonis Samaras antes de la votación en un evidente mensaje a Bruselas.
La oposición izquierdista de Syriza tachó los presupuestos de «la miseria», a la vez que mostró sus dudas por las perspectivas económicas que presenta, ya que prevé una ligera reducción del paro cuando en los últimos meses creció constantemente y a un ritmo en torno al 1% mensual.