España
Camps se sacrifica por el partido
Dimite al frente de la Generalitat y del partido por la Comunidad Valenciana «para que Rajoy sea presidente» y tras declararse «inocente de las barbaridades que se han dicho». Rajoy le muestra su apoyo y destaca que «su ejemplaridad beneficia a las instituciones»> Responsabilidad y ejemplo, por José Antonio VERA / EDITORIAL: Camps da una lección > Rajoy sigue su estilo de medir los tiempos y actuar en la sombra> Alberto Fabra se pone al frente
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, presentó ayer su dimisión del cargo por una decisión «personal, firme y sentida» a favor del PP, «en el que milito hace 30 años y que es la única esperanza de buen gobierno para España».
A las cinco de la tarde, hora torera y tras ir llegando los ocho consellers, la vicepresidenta De León; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; y el coordinador de Justicia del PP, Federico Trillo, el presidente Camps bajó al patio gótico, como en las grandes ocasiones, para despedirse de los valencianos, de su Gobierno y de los votantes y compañeros de partido.
«Allá los miserables que no han llegado a entender que hemos conseguido ser los mejores» y dijo que el sacrificio lo ofrecía por España, «porque no quiero ser ni el más mínimo obstáculo que impida que la voz de Mariano Rajoy llegue a 46 millones de españoles».
Camps dijo que había sido objeto de una «campaña brutal porque no pueden ganarnos en las urnas» y aseguró que todo era mentira. «Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido».
Dijo que había comunicado su decisión al presidente de Les Corts, Juan Cotino, para que ponga en marcha el relevo y que el Parlamento elija a un sucesor en un plazo que no excederá los 19 días.
Camps aseguró que «no podrán demostrar nada», y que deja la presidencia «inocente de las barbaridades que se han dicho de mí, como de los otros tres imputados» en referencia a Campos, Costa y Betoret, de los que aseguró que también eran inocentes.
Adelantó que «muchas personas bajarán la cabeza por la barbaridad que han ido cosiendo».
Dijo que tenía el honor de haber sido elegido «tres veces por mayoría absoluta» y que sentía un hondo agradecimiento a los votantes y a los conciudadanos».
Valencianista convencido dijo que «la Comunidad Valenciana es lo más grande del mundo. Lo aprendí en mi casa. Somos los mejores y ésta es la Comunidad más grande, por eso ha ocurrido lo que ha ocurrido». Enfatizó que «hemos de luchar contra un sistema duro y brutal que no ha encontrado en mí nada».
En dos ocasiones dijo que «tengo menos de lo que tenía cuando llegué» y que «no han encontrado nada y están a punto de caer».
Con algún titubeo mínimo fruto de la emoción, saltando del valenciano al castellano, explicó que «voluntariamente ofrezco este sacrificio personal para que Mariano Rajoy gobierne en España». Destacó «la dignidad de los valencianos» y el orgullo de pertenecer a este pueblo «y de representar a cinco millones de valencianos que han vivido la prosperidad como fruto del trabajo, la honradez y la mirada clara».
Airado al hablar de la trama, señaló que «estoy liberado para defenderme de las infamias y para hacer que mi partido vuelva a ganar las elecciones».
De ello se deduce que Camps no va a aceptar su culpabilidad en una conformidad ante el TSJ, como sí hicieron ayer el ex vicepresidente, Víctor Campos, y el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo, Rafael Betoret, y que tratará de demostrar su inocencia hasta el final, sentándose en el banquillo, como está previsto.
«Me voy sin rencor, no lo merecen», y repitió que se iba con menos de lo que llegó «pero cargado de ilusiones y de sonrisas».
Y dijo que había añadido a sus apellidos el «Molt Honorable», rango que sólo ostenta el presidente de la Generalitat, «y toda la vida anidará en mi corazón que el trabajo realizado fue "molt honorable"».
El aplauso de los consellers que le escoltaban, de Rita Barberá y de Federico Trillo, además de todo el personal del Palacio, puso punto y final a la alocución de despedida del Molt Honorable. Abrazos y lágrimas sentidas de algunas conselleras y algunas colaboradoras.
Superado el trance, el Gobierno se volvió a reunir en el despacho del presidente, escaleras arriba.
La despedida, en cualquier caso, ya se había producido en el despacho de Camps con anteriordad a que éste bajara al Patio Gótico a dar las explicaciones. La decisión, conocida primero por su equipo, debió ser tomada a mediodía.
Antes de esa hora, se especuló con la posibilidad de que Camps y Costa fueran al TSJ a aceptar la culpabilidad y conformar la pena. Incluso el Tribunal volvió a abrir sus puertas, tras su cierre a las dos, «porque viene el presidente». Pasada media hora, las volvieron a cerrar: «han llamado y dicen que no viene».
En Presidencia hay quien niega que esta llamada se produjera, lo bien cierto es que el enorme portalón se abrió y se cerró y nadie entró. Duda, malentendido, marcha atrás....
Las Frases
«Hemos luchado contra un sistema duro y brutal que no ha encontrado en mí ni un euro más, ni un bien más»
«Dejo la Presidencia de la Generalitat inocente, completamente inocente de las barbaridades que se han dicho»
«No puedo ser ni el más mínimo obstáculo para que la voz clara y nítida de Mariano Rajoy llegue a los 46 millones de españoles»
«Estoy harto, completamente harto de que cuando se habla de la Comunitat no se hable de nuestras gentes y de nuestra grandeza»
Viaje de balde de Campos y Betoret
- Víctor Campos llegó al TSJ pasadas las ocho de la mañana. Allí aceptó los cargos y también la pena de multa en su estimación más alta, de unos 50.000 euros, aunque luego el juez la cifrará como estime.
- Sobre las diez y media llegaba Rafael Betoret y hacía lo mismo. No les servirá de nada. Al no conformar Camps y Costa, habrá juicio, y haber aceptado la culpabilidad jugará en su contra.
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