China
Javier Ching-shan Hou: «Nos gusta el flamenco porque somos un pueblo conservador»
Quiere potenciar los intercambios comerciales y las inversiones en ambos países hasta el máximo. Y por ello anuncia que «ofrecemos incentivos a los empresarios españoles que quieran vender o invertir en Taiwán»
Madrid- Acaba de llegar a España, pero no es su primera etapa aquí. «Estuve hace 36 años, como estudiante en la Complutense», afirma el nuevo embajador de Taiwán en España, Javier Ching-shan Hou. «Esta vez, la primera impresión es que todo ha cambiado muchísimo. Casi un salto a otro nivel. Y me da una sensación muy agradable porque veo que es una ciudad muy pujante y la gente es muy amable, como siempre». Después de un extenso recorrido diplomático por Iberoamérica, a la que se ha dedicado desde 1979, su último cargo antes de recalar en Madrid ha sido el de viceministro de Asuntos Exteriores.
–¿Qué importancia tiene España para Taiwán?
–Tiene peso en la UE. Es el cuarto país más extenso y tiene grandes avances tecnológicos, por eso hemos venido promoviendo la cooperación en el terreno de la tecnología aeroespacial y las industrias avanzadas, como telecomunicaciones. También en energías verdes e infraestructuras, donde España está en la vanguardia en comparación con mi país.
–Y eso que estamos muy lejos...
–Sí, pero esperamos tener un vuelo directo Taiwán- España, que redundaría en el aumento del comercio bilateral. Y para complementarlo, estamos estudiando un acuerdo para que los jóvenes de ambos países puedan acceder a un intercambio, «working holiday», que les permita visitar el país y trabajar al mismo tiempo.
–Proyectos no le faltan, no...
–También estamos proponiendo algo parecido a un reconocimiento mutuo de los permisos de conducción de ambos países. Con todo esto queremos impulsar el comercio bilateral, que cayó mucho el año pasado debido a la crisis internacional. En 2009 España sólo vendió 411 millones a Taiwán, y nosotros 1.100 millones. Pero este año los intercambios en ambos sentidos crecieron entre un 45 y un 50% y ya hemos superado las cifras del año pasado. Esperamos una buena cosecha.
–Taiwán supera a España en exportaciones. ¿Por qué no nos dan un curso para aprender el «Made in Taiwan»?
–Trabajamos mucho para promover nuestros negocios en España. Y de la misma manera podemos hacer que delegaciones españolas viajen a Taiwán, porque anualmente realizamos entre 15 y 20 ferias para que los empresarios extranjeros puedan encontrar su oportunidad en nuestro país. Y ofrecemos incentivos para los empresarios que quieran ir a vender o a invertir en Taiwán.
–En los últimos años España se ha acercado más a China. ¿Les resta eso a ustedes capacidad de movimiento?
–Creo que es beneficioso. También Taiwán ha avanzado en su relación con China continental. Ya no vivimos esa tensión permanente de hace años. Desde 2008, cuando el Gobierno del presidente Ma asumió el poder, se ha promovido una nueva política de acercamiento con China continental y, hasta esta fecha, hemos realizado cinco reuniones y firmado catorce acuerdos. El último fue el más importante: un acuerdo marco de cooperación económica con el que abrimos la puerta a los productos de ambos lados.
–¿Qué efecto tiene ese acuerdo?
–Nos da una importancia estratégica enorme porque si otros países quieren hacer negocios con China continental podemos servir como puente. Ofrecemos una plataforma para que españoles y taiwaneses entren en el mercado de China continental, que no es un mercado fácil y nadie lo conoce mejor que los taiwaneses.
–Ustedes, los chinos, son muy pragmáticos…
–Muy pragmáticos y realistas. Sabemos cuáles son nuestras posibilidades y nuestra capacidad para sortear los problemas.
–Y siendo tan pragmáticos ¿Se puede pensar a medio plazo en una China unificada?
–Todo el esfuerzo que nuestro Gobierno está haciendo para rebajar la tensión entre ambos lados se enfoca en los problemas económicos y sociales. Pero el tema político todavía no está en la agenda. Eso tomará más tiempo. Son más de 60 años de separación y tenemos diferentes cultura políticas, ideología y mentalidad.
–Seguro que tienen algún proverbio para describir esa situación
–Sí. Hay que dejar que el río corra por su curso. En todo caso es más una ambición de China continental. Según las encuestas más del 70% de la población de Taiwán prefiere el status quo actual.
–Siempre me ha picado la curiosidad. ¿Por qué gusta tanto el flamenco en China?
–Porque es alegre, una expresión de fuerza, de sentimiento y en parte de melancolía. Expresa una cierta soledad espiritual que encaja con nosotros, que somos un pueblo bastante conservador.
SUS FAVORITOS
Una comida
«El arte culinario en Taiwán es muy importante. Me gusta el pato asado. En cuanto a la cocina española, me encanta el jamón ibérico. Y los callos a la madrileña, que me gustan desde los tiempos de estudiante».
Un libro
«Tengo que leer muchos libros de ciencia política. El último ha sido el de un autor taiwanés, que no está traducido al español, que analiza la China antigua y la del futuro. Eso sirve para entender mejor con quién estamos negociando».
Un lugar
La Montaña Yushan, donde nieva aunque estamos en un clima subtropical, y las montañas Alishan, para ver el el mar de nubes con el sol naciente».
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