Palacio Real
El Príncipe se da un baño de gente en Madrid
El príncipe Felipe de Borbón se dio este miércoles un baño de gente en el centro de Madrid, donde recorrió a pie varias calles para visitar tres mesas de la Cruz Roja que estaban presidiendo la Reina, la infanta Elena y la princesa Letizia con motivo de la Fiesta de la Banderita.
El Príncipe llegó a las 12.32 horas a la mesa de Cruz Roja situada en la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados, donde hizo un poco de cola junto a la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, para poder hacer su donativo.
La Reina puso cara de sorpresa al verle y le recibió con dos besos. Fue una visita rápida. Después de fotografiarse amablemente con varios ciudadanos que se agolpaban a las puertas de la Cámara Baja, se marchó caminando hacia la Puerta del Sol y la Plaza de la Provincia, donde había otras dos meses de la Cruz Roja que presidían la infanta Elena y la princesa Letizia, respectivamente.
El Príncipe subió andando la Carrera de San Jerónimo para sorpresa de muchos ciudadanos, que se paraban a saludarle y estrecharle la mano al encontrarse con él en la acera.
En la Plaza de Canalejas, un motorista que estaba esperando el semáforo en rojo sacó de su bolsillo un móvil para fotografiar al Príncipe cuando cruzaba por uno de los pasos de cebra. Los taxistas, al verle, aminoraban la velocidad ante la inusual escena.
Delante y detrás del Príncipe, varios cámaras y fotográfos de medios de comunicación corrían para dar testimonio audiovisual del paseo, que don Felipe ya realizó de manera parecida el año pasado. Poco a poco se sumaban curiosos que seguían al heredero de la Corona al verle andar en solitario por el centro de la capital.
Su llegada a la Puerta del Sol provocó cierto tumulto, con gente que quería acercarse a saludarle e inmortalizar con sus cámaras el momento.
La anécdota del recorrido la protagonizó un ciclista, que cambió de sentido al descubrir al Príncipe. Cogió el móvil y comenzó a grabar el paseo a la vez que pedaleaba. Don Felipe le alertó del riesgo pero el ciclista prosiguió hasta que tropezó y cayó al suelo.
El Príncipe detuvo el paso y se acercó a ayudar al joven, tendido sobre la acera. Le agarró del brazó, le levantó e intercambió unas palabras con él. "Me ha dicho que era peligroso y que me había avisado", confesó posteriormente a Servimedia el ciclista.
En la Plaza de Sol, debajo del mítico reloj bajo el que se toman las uvas en Nochevieja, estaba colocada otra mesa de Cruz Roja, presidida por la infanta Elena. El Príncipe saludó allí a su hermana
y al resto de los voluntarios. Después de unas fotos para la prensa, continuó el recorrido. El Príncipe avanzó por la calle de la Paz, donde la gente seguía sorprendiéndose. Varias mujeres le pararon para hacerse más fotos. Una de ellas le espetó: "`Qué ilusión me hace! Te veo siempre por la tele".
Don Felipe sonreía a todo el mundo, daba las gracias a cuantos le felicitaban por su labor y no tenía reparos en pararse con quienes le requerían una imagen de recuerdo.
Así llegó a la Plaza de la Provincia, donde tiene su sede el Palacio de Santa Cruz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Allí había instalada otra mesa de la Cruz Roja presidida por la princesa Letizia. Tras esperar un poco de cola, el matrimonio se fundió en un cariñoso abrazo.
Varias decenas de ciudadanos aguardaban el encuentro de la pareja. Algunos de ellos habían seguido al Príncipe durante todo el recorrido, incluido el ciclista que se había caído en Sol y que estaba emocionado de que el heredero de la Corona le hubiera ayudado a levantarse.
Después de depositar el donativo, el Príncipe entró en el Palacio de Santa Cruz, donde aguardó unos minutos. Mientras tanto, un grupo de danza africana representó un baile delante de la mesa de Cruz Roja que encabeza la princesa Letizia.
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