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«Nos dijeron que nos iban a matar de tres en tres»
Gaizka Iturbe, engrasador del «Alakrana», revivió ayer entre lágrimas en la Audiencia Nacional la pesadilla de 47 días de secuestro en octubre de 2009. A su espalda estaban dos de los supuestos secuestradores, a los que el marinero reconoció «sin ninguna duda».
Cómo para olvidarlos. Según declaró en la primera jornada del juicio (que se ha adelantado para permitir la declaración de los tripulantes, que en la fecha prevista estarán faenando), sus captores «le han destrozado la vida». Y es que tal y como él mismo explicó, a lo largo de todos esos días en aguas del Índico vio pasar «la muerte delante».
Iturbe relató al tribunal –presidido por la magistrada Ángela Murillo– cómo los piratas les amenazaban continuamente con las armas, con las que incluso les llegaron a disparar por encima de sus cabezas. «El lunes a las siete de la mañana el que nos estaba vigilando, mientras hablaba con otro, cargó el arma, le quitó el seguro y no nos mató porque el otro le puso la mano encima, estaba histérico. Fue la primera vez que vi pasar la muerte delante», relató con un nudo en la garganta y la voz quebrada.
Las escenas de pánico se sucedieron en el relato del marinero, que recordó que tras «37 ó 38 días de secuestro» los sacaron de sus camarotes precipitadamente y les llevaron «en fila india a la proa». Una vez allí, «sacaron al jefe de máquinas, al ayudante de cocina y al capitán y nos subieron al puente», donde un pirata, lanzagranadas al hombro, «cargó el arma y nos disparó por encima de nuestras cabezas». «Cuando terminó, subió otro y con una ametralladora de trípode volvió a hacer lo mismo», añadió.
Media hora más tarde, les dijeron que se despidieran de sus familias porque «si el Gobierno no cumplía con sus exigencias nos iban a matar de tres en tres».
Preguntado sobre si tuvo constancia del pago del rescate, sólo dijo que vio pasar «una avioneta» y observó «que lanzaba un cilindro con un paracaídas», informa Efe.
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