Interior traslada a Otegi desde Martutene a la cárcel de Logroño

El ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi Mondragón, fue trasladado ayer desde la prisión de Martutene, en San Sebastián, a la de Logroño, tal y como anticipó LA RAZÓN en su edición del pasado miércoles. La prolongada estancia, de casi tres semanas, en el centro donostiarra, al que el dirigente proetarra había sido trasladado desde la cárcel de Navalcarnero (Madrid), en principio para tres días (debido a un infarto de su padre), hizo que se especulara con la posibilidad de que fuera a quedarse en dicha prisión, la más próxima a su domicilio.Sin embargo, fuentes del Ministerio del Interior explicaron que la permanencia se debía a razones «técnicas», relacionadas con el sistema de traslados de los reclusos. Y, de hecho, ayer fue llevado a la cárcel de la capital riojana.Familiares de presos En este centro, según la lista de la organización Etxerat (familiares de presos), de fecha 8 de abril , se encuentran los etarras José Ramón Martínez de la Fuente y José Domingo Sola, ambos del «comando Nafarroa»; y Garikoitz Pascual, un huido del «comando Urederra», que fue detenido en Francia y entregado a España. También estaba Juan José Petrikorena, un destacado dirigente «batasuno», pero fue puesto en libertad el pasado 15 de abril junto a nueve miembros de ANV, tras el pago de las fianzas impuestas por la Audiencia Nacional.La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) presentó ayer un escrito ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de dicha Audiencia, en el que solicita que Otegi regrese «con carácter de urgencia» a la prisión de Navalcarnero, en Madrid, de la que salió para ir a Martutene por los motivos mencionados.Por su parte, Rubén Múgica, hijo del dirigente del PSE Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996, declaró ayer que esperaba que el traslado del dirigente «batasuno» a Logroño no anticipe otro «embuste» de negociación con la banda criminal.A este respecto, señaló que como letrado tiene clientes «condenados por delitos mucho más leves que los de terrorismo, a los que ya les gustaría recibir de la Administración penitenciaria la décima parte de trato de favor que reciben algunos presos terroristas como Arnaldo Otegi». «Confío en que este trato de favor que reciben Otegi y otros no sea la antesala de ningún embuste», enfatizó.