Si duermes no conduzcas

La gente que se queda dormida al volante, necesita despertar, darse cuenta de lo qué sucede en sus vidas y asumirlo si no quieren «despertar» de una manera más brusca. Que los accidentes de coche están inconscientemente motivados es algo que hace mucho tiempo que se sabe. Ya lo dijo Freud en su obra «Psicopatología de la vida cotidiana». Los accidentes, al igual que las enfermedades, son «gritos o SMS del alma», esto es, psicosomáticos (la mente-psique se expresa en el soma-cuerpo) por ello tienen poder sanador. Actualmente, son muchos los que viven vidas insatisfechas, desoyendo los mensajes de sus inconscientes, empeñándose en ir a trompicones por la vida y desenfrenados. Un accidente es una caricatura penetrante y dolorosa de los problemas personales. Reconocer a tiempo la necesidad de un cambio es una de las mayores dificultades pues estos producen miedo. Contribuimos por acción y por omisión a los eventos que se dan en nuestra existencia humana. Nos encanta buscar culpables afuera de nosotros. Sin embargo, la solución está dentro: aquello que «se da afuera» es un reflejo de lo que hay en nuestro interior. Somos responsables de nuestro destino. Mejor asumir el descontento en la vida, replantearse la ruta vital, un cambio de rumbo, antes que provocar inconscientemente eventos dolorosos. No dejes que los problemas lleven el volante de tu vida, ponle stop a todos los que quieren manipularte. Si eres feliz y a tu alma escuchas, al volante fluirás y buen viaje tendrás. Deja que hoy conduzca tu alma.