Barcelona

Mas exige al Gobierno que aporte 16000 millones a Cataluña en 2011

Desde que fue investido president de la Generalitat, el 23 de diciembre, Artur Mas sabe que tiene que poner a su gobierno a dieta, que tendrá que prescindir de caprichos, aunque a día de hoy aún no tiene definidos los ingredientes que suprimirá para ponerse a tono.

Mas exigirá al Gobierno que aporte a Cataluña el mismo dinero que en 2010
Mas exigirá al Gobierno que aporte a Cataluña el mismo dinero que en 2010larazon

Mas reunió ayer a su ejecutivo en una sesión extraordinaria para aprobar el plan de reequilibrio y austeridad con el que pagar la deuda y conseguir cerrar el año con un déficit del 1,3 por ciento del PIB catalán. Pero como hasta el lunes no trasladará el plan de reajuste al Gobierno, se ha reservado el fin de semana para definir la dieta con la que reducir el gasto de la Generalitat en unos 3.000 millones.

Lo que sí tiene claro es que si la Generalitat se va a apretar el cinturón para cumplir con el objetivo del Gobierno de cerrar el año con un déficit del 1,3%, el Estado no debe ser menos. El president reclamó a Zapatero «responsabilidad», en el sentido de que ni se le ocurra reducir sus aportaciones a Cataluña. Le exigió, al menos, la misma inversión para 2011 que en 2010. Una cifra que fuentes de la consejería de Economía cifraron ayer en 16.646 millones.

Antes de que el Gobierno tuviera tiempo de responder, le hizo copartícipe de la delicada situación financiera de Cataluña. Alegó que en España ha habido «altísimas cotas de irresponsabilidad a la hora de gastar», por lo que cree que Cataluña no tiene porque afrontar sola las consecuencias.

El plan de viabilidad financiera pasa por reducir un 10 por ciento el gasto real en relación con el año pasado. No será fácil, porque «venimos de una etapa de gasto desbocado», denunció Mas, que no concretó cómo se aplicará el recorte. Sólo dijo que afectará a todos los departamentos. Se trata de pasar del déficit actual –el 3,6 por ciento del PIB de Cataluña, unos 7.200 millones de euros–, a un déficit del 1,3 por ciento.

Para meterse en cintura, además de reducir las partidas de «todos» los departamentos un 10 por ciento, se venderán activos y se pondrán en marcha políticas de personal austeras. Entre tanto recorte hay una excepción, la partida de intereses aumentará en 300 millones este año. Aunque el tema va de sacrificios, Mas lanzó un mensaje de tranquilidad, no se tocarán las partidas que sostienen las líneas básicas del Estado de Bienestar. Tampoco se subirán los impuestos. Es más, eliminará el impuesto de sucesiones.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, exigió que el plan no sea sólo de ajuste sino «de choque». El PSC, por su parte, rechazó que el tripartito hiciera un gasto incontrolado. Acusó a Mas de crear alarma social para justificar los recortes.