Recoger el fruto por César Antonio Molina

Es una satisfacción la victoria de España, en primer lugar porque se restituye un patrimonio que fue injustamente perdido cuando se hundió la fragata «Nuestra Señora de las Mecedes» sin previa declaración de guerra y posteriormente robado por una compañía dedicada al expolio arqueológico submarino. Siempre dije que no era una cuestión económica, sino de honor. Creo que en un país como el nuestro, aunque ya no estemos en el Siglo de Oro, debe ser importante porque significa recuperar el respeto internacional. Un Estado cuyo gran patrimonio son la lengua y la cultura tiene que saber hacerlo respetar.
Aunque ha sido un proceso de varios años, me tocó en su momento tomar la decisión fundamental de intervenir jurídicamente y denunciar ante los países iberoamericanos y europeos el proceso que estábamos sufriendo para que ellos, en caso de tener problemas, supieran a qué atenerse. Se ha recuperado una seña de identidad nacional, así como el honor de los que murieron, y se ha puesto de manifiesto que España no va a permitir más el robo de su patrimonio, que lo vamos a defender y a crear una jurisprudencia sobre la que se podrán apoyar el resto de países. También me correspondió aunar los esfuerzos de Cultura, la Marina y las comunidades autónomas para llevar a cabo excavaciones arqueológicas de manera organizada y ordenada, así como la colaboración con aquellas sociedades privadas que quisieran salvaguardar el patrimonio de buena voluntad.
Estamos ante el final de una cadena en la que como ministro de Cultura fui un eslabón importante. A veces te toca realizar el trabajo, mientras que otros recogen los frutos. Yo tengo hoy la satisfacción de haber cumplido con mi deber.

César Antonio Molina
Director de la Casa del Lector y ex ministro de Cultura