Cataluña

OPINIÓN: No por favor

La Razón
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Ya es inevitable, no han hecho caso de las voces que se alzaban contra ello, pero no hay tiempo ni para el milagro. Se intentó solventar, pero lo poco que se hizo era una cuestión de fondo y nadie, ¿por qué?, se atrevió a ponerle coto. Ahora ya no tiene remedio.
Lo único que nos quedaba para hacer frente al mundo era la dignidad de nuestros nuevos héroes, los deportistas, y ahora desfilarán, ni más ni menos, que en los Juegos Olímpicos de Londres, auténticamente vestidos de mamarrachos, precisamente cuando la marca España más necesita de nuestro deporte.
Quizás la imponente estampa de Pau Gasol, nuestro nuevo banderado tras la lesión de Rafa Nadal, nuestro mejor representante, suavice en algo lo que podría tener un efecto demoledor, pero el mal causado ya nadie podrá repararlo.
Comprendo que algunos me puedan acusar de frívolo con la que está cayendo estos días por escribir sobre el horrendo uniforme olímpico. Supongo que lo harán quienes no sean lectores habituales de éste, el mejor periódico que se publica, pero sólo me quedaba una esperanza ante la acuciante crisis económica que nos asola, y era la eliminación del horterismo neoriquil que ya nos había desbordado muchas veces en épocas de aparente abundancia. No ha ocurrido y mal ejemplo estamos dando vistiendo así a nuestros mejores.
Ignoro si futbolistas, baloncestistas, gimnastas, nadadores, regatistas, atletas o tenistas se repondrán del susto, pero espero que sí, y que nuestro Himno Nacional vuelva a ser una de las canciones de verano, precisamente en Inglaterra.