Historia

Murcia

Federales por José Muñoz Clares

La Razón
La RazónLa Razón

Piensan los optimistas antropológicos que la salida de España pasa por una estructura federal y republicana que producirán leche y miel. Islandia, Grecia, Portugal e Irlanda son repúblicas; Inglaterra, Holanda, Suecia y Noruega son monarquías y eso no les ha impedido ir bien pero eso los ilusos no lo pueden aceptar porque arrasa con sus sueños más queridos. Una organización federal al modo alemán, mexicano o americano del norte, con acuerdos innegociables sobre capitalidad, idioma, bandera y política exterior, vale, pero quienes apuntan a remover la silla constitucional, mayormente la izquierda en pos de la III República y los nacionalistas porque han de matar a España para ser ellos mismos, olvidan que el Estado de las Autonomías nos situó en el nivel de las confederaciones, que salvo en defensa y política exterior en el resto ni se saludan. Innovadores, hemos inventado la ultraconfederación que, a diferencia de la helvética, no es capaz de frenar la fuerza centrífuga desatada por la división del país en 17 «miniestados. Quienes se aferran a la III República ignoran el riego real de que se abra un proceso refundador y la debacle del sistema acabe pariendo 17 minirrepúblicas inviables como sujetos de política internacional. Otros quieren ver en los tiempos que corren una mera continuación de la debacle colonial del 98 y buscan a marchas forzadas el camino de la deconstrucción hacia engendros como, entre otros posibles, la República o Reino de Murcia, que acabará llamando a la puerta de la ONU para tomar asiento como entidad independiente una vez extinta España. Me parece un panorama desolador apoyado en la sinrazón que tanto cunde y tanto se prodiga pero será porque me hecho mayor.