Tentáculos para controlar el agua

MADRID- Cada 15 segundos los 15.567 sensores que forman parte de la red del Canal de Isabel II envían hasta 10.000 datos al centro de control que la empresa tiene en Majadahonda. Una red de tentáculos que permiten conocer la situación del abastecimiento y saneamiento, la calidad del agua o las captaciones subterráneas y que ayer conoció, de primera mano, el vicepresidente regional y presidente del Canal, Ignacio González, durante una visita al llamado Centro Principal de Control (CPC), en la que estuvo acompañado del director general de la compañía, Adrián Martín; la consejera de Medio Ambiente, Ana Isabel Mariño; y el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá.
El equipo del CPC está compuesto por cuatro pantallas centrales, una pantalla táctil y 22 computadoras que reciben los análisis de las 1.205 estaciones remotas. Pantallas en las que se pueden visionar diferentes gráficos con el consumo diario de agua o los balances de días especiales, como el domingo pasado, cuando se jugó la final de la Eurocopa y el consumo cayó.
El punto clave es el sofisticado sistema de monitorización de todas las instalaciones, ya que permite controlar 14 presas, 7 minicentrales, 13 estaciones de tratamiento de agua potable, 77 pozos, más de 300 depósitos, 50 estaciones de bombeo de agua potable y residual, y operar con las 150 estaciones de tratamientos de aguas residuales y los 236 kilómetros de tuberías a través de los que se transporta.
Así, explicó González, el funcionamiento del Canal se puede conocer a tiempo real en cualquier momento, día o noche –como durante el partido España-Italia cuando, según los gráficos disponibles en este centro de control, ni bebimos agua ni fuimos al baño hasta el descanso–. Además de conocer su estado, desde Majadahonda también controlan 47 instalaciones de telemando con las que se pueden realizar un amplio número de maniobras necesarias para la gestión diaria de las redes de abastecimiento y saneamiento de la Comunidad de Madrid.
Llegar a trabajar con esta tecnología ha costado a la empresa de aguas madrileña casi cinco millones de euros. Una inversión que ha situado «al Canal de Isabel II en la cabeza de las empresas de gestión de agua» y supone una «garantía de futuro», indicó su presidente.