La delicada flor vikinga

Para debutar con la novela histórica, espido Freire tenía muy claro que debía primar la «novela» sobre lo «histórico». Pero alto: el personaje, Cristina de Noruega, es real, su destino fatal está recogido en las páginas de la historia de Castilla, y la narración de Freire, salvo algunas «licencias» del lenguaje, es fiel a los hechos. «Pero lo que me interesaba más eran los aspectos del personaje real, sus contrastes, su misteriosa enfermedad», cuenta la autora sobre «La flor del norte», el relato de una enigmática princesa vikinga llegada del frío, cuñada de Alfonso X, ninguneada por todos en el Reino, y que encontró su muerte bajo la luz de Sevilla.

Así que Freire pone el foco desde la primera persona de Cristina, una princesa vikinga de belleza frágil (sólo aparente) a la que un matrimonio de conveniencia arrastra a una corte, la de Castilla, «hostil e hipócrita», según la autora de «Melocotones helados». «Se dijo que murió de melancolía en la ribera del Guadalquivir, aunque también se especula que la religión y la brujería tuvieron que ver», asegura la escritora sobre el personaje que, aunque falleció en Sevilla, fue enterrada en la localidad de Covarrubias (Burgos), y su sepulcro fue descubierto por casualidad hace unas décadas.

Una tierra para fuertes
Las lecciones que se pueden aprender de la vida de Cristina para el presente son, según la autora, «que seguimos sin ser educados para aceptar la enfermedad y la muerte, ni tampoco nos educan para superar la frustración», asegura. «También he querido construir un personaje femenino complejo, con sutilezas, porque la historia de la literatura trata a las mujeres con dos descripciones y pocos matices», añade. «Cristina no podía ser frágil. Se casó por un matrimonio de conveniencia con Felipe a los 24 años, que fue un fracaso, y lo aceptó. Pero Castilla en el siglo XIII era cualquier cosa menos un lugar apto para débiles», cuenta la escritora, que define el marco histórico como «un fantasma que aletea», mientras pisa la colegiata de Covarrubias, donde fue enterrada Cristina y que todavía hermana a Noruega y a Castilla. «Lo que queda de ella está aquí, su espíritu. Este pueblo ama a Cristina», decía la autora.

«La flor del norte»
Espido Freire
Planeta
361 páginas. 21,50 euros.