Autonomías

Los candidatos a presidir el TSJ se «examinan» en el Consejo

Para la elección se requiere el imprescindible acuerdo entre los dos «grupos» del Poder Judicial.

Juan Luis de la Rúa, actual presidente, no opta a la reelección
Juan Luis de la Rúa, actual presidente, no opta a la reelecciónlarazon

MADRID- Los ocho candidatos a presidir el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, cargo que actualmente ocupa en funciones Juan Luis de la Rúa, se «examinaron» ayer ante los vocales de la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial. María Mercedes Boronat y Pablo Castellano son quienes parecen contar con más apoyos en el «grupo progresista» y «conservador», respectivamente.Boronat, magistrada de la Sala Social del TSJ de Valencia, abogó por que el presidente de este tribunal no entre a formar parte ni de la instrucción ni del enjuiciamiento de ningún miembro del Ejecutivo autonómico.Por ello, abogó por reforzar la «imparcialidad objetiva», al entender que con el sistema actual «no está garantizada porque, ante la necesidad de mantener una relación institucional cotidiana, directa y precisa, se une la necesidad a su vez de poder eventualmente enjuiciar y formar parte de la instrucción contra un representante del Poder Ejecutivo». Era un mensaje claro, pero sin cita expresa, al «caso Gürtel».Esta candidata también criticó el hecho de que el presidente del TSJ resida en una vivienda del Palacio de Justicia, cuyos gastos corren a cargo de la Generalitat, así como la puesta en marcha de la nueva Oficina Judicial, la cual consideró «precipitada».Retrasos, litigiosidad y huelga Por su parte, Pedro Castellano aludió al retraso en la resolución de los litigios como el principal problema que acucia a la Justicia valenciana. En este aspecto, incide notablemente el hecho de que la tasa de litigiosidad sea de las más altas de España, y que, en cambio, la ratio de jueces/habitantes sea inferior a la necesaria en la Comunidad. Además, dejó claro que la huelga de jueces no es «el camino» para abordar los problemas que tiene este colectivo y que, cuando la APM –a la que pertenece– la convocó, ya se manifestó en contra.