Funcionarios con fregona

Un soldado es un funcionario público. Un servidor del Estado que en muchos casos pone su vida en grave peligro para garantizar nuestra seguridad o defender los ideales constitucionales en los lugares más recónditos del mundo. Nunca entendí que se tuvieran que hacer labores de limpieza o cocina cuando el servicio militar era obligatorio. La decisión de utilizarlos otra vez para ese tipo de tareas es tan excéntrica como inadecuada. No imagino a Chacón o Rubalcaba con la fregona limpiando los pasillos de la universidad, si regresan algún día a la docencia, en el tiempo libre que tengan entre clases. La misma sorpresa me produciría que los letrados de Cortes se dediquen a ello entre comisión y comisión en el Congreso o el Senado. Los abogados del Estado o los técnicos de la Administración se pueden dedicar, también, a estas labores o las de cocina en los comedores ministeriales. Nadie puede dudar de que estas medidas representarían un gran ahorro económico. Todos son funcionarios, como los sufridos soldados.