Actualidad
Un notable a la autovía Segovia-Valladolid
Los empresarios valoran su excelente nivel y repercusión para la Economía
Segovia- La construcción de la Autovía de Pinares (A-601), que conecta Segovia con Valladolid, ha sido un acierto. Así lo creen los empresarios de la provincia segoviana, quienes consideran que la infraestructura que comunica la ciudad del Acueducto con la capital administrativa de Castilla y León da cumplida satisfacción a las necesidades de los emprendedores, por encima de la autopista entre Segovia y Madrid, por otra parte de pago, aunque la mejor considerada hasta la fecha.
La última encuesta del Observatorio Socioeconómico destaca que el estado general, seguridad y la señalización han sido puntos destacados por parte de los empresarios consultados, sin embargo, pocos han sido los que han dado un nivel «excelente» a la carretera.
Tras la A-601, aparecen la AP-61, la carretera nacional 603 (Segovia-San Rafael), con una valoración también notable. La carretera autonómica Segovia-Navacerrada (CL-601) y la variante de la capital (SG-20) dejan patente un elevado malestar a la vista del porcentaje de respuestas que las catalogan como «deficientes». Un 36 por ciento en el caso de la primera, y un 41 en la segunda.
Por último, la infraestructura viaria que suscita un mayor nivel de descontento es la red provincial de carreteras, dependiente de la Diputación, con un 47 por ciento de opiniones negativas, según los datos aportados por los profesores Luis Miguel Delgado y Nélida Arranz, autores de la investigación. Según ésta, la mejora de las infraestructuras ha repercutido en el desarrollo urbanístico de la provincia y, en segundo término, de la capital.
Expectativas
El consumidor, más pesimista de cara al 2012
n Las encuestas de opinión del consumidor y de expectativas del cuarto trimestre del año, así como el informe del panel de expertos de la Federación Empresarial Segoviana, apuntan a que el pesimismo crece con respecto a anteriores consultas. Así, entre los segovianos encuestados se incrementa de forma destacada el temor a una posible pérdida de empleo. Además, aquellos que dicen no contemplar con preocupación su futuro laboral, pasan del 60 por ciento entre los meses de julio y septiembre a un 28 por ciento en el actual trimestre. Por otra parte, las empresas, según el Observatorio, indican un cambio de tendencia a peor.
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