Disturbios

Interior respalda la respuesta policial a «violentos armados»

El ministro felicitó a los agentes por su profesionalidad

El diputado de Amaiur Sabino Cuadra muestra a los agentes su condición de aforado
El diputado de Amaiur Sabino Cuadra muestra a los agentes su condición de aforadolarazon

MADRID-Uno, la manifestación «Rodea el Congreso» era ilegal. Dos, la Policía no podía permitir semejante agresión al orden constitucional. Y tres, los agentes actuaron «espléndidamente». Es el relato que hizo ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a su llegada a la Cámara Baja a la vez que la izquierda parlamentaria censuraba la actuación policial por considerarla «desproporcioanda». La excepción llegó con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que lejos de hacer el más mínimo reproche, y tras recordar que había sido ministro del Interior, echó un capote al trabajo de los agentes. Fernández Díaz insistió en que la Policía «cumplió la ley en unas circunstancias especialmente complejas» y cargó contra los manifestantes porque «se vió obligada a ello» cuando trataron de saltar una valla del perímetro de seguridad.

«Rodea el Congreso» era, según el titular de Interior, una convocatoria «manifiestamente ilegal» porque el Código Penal tipifica como delito pretender ocupar el Congreso o coaccionar a los diputados cuando están reunidos. Por la tarde, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, hizo lo propio en la Comisión de Interior. Él habló de disturbios «muy graves» protagonizados por grupos radicales que actuaron «armados» con palos y piedras y de forma organizada y estructurada. Cosidó relató que el dispositivo de seguridad detectó durante las protestas del 25-S la presencia de grupos radicales que «se encuadran dentro de la extrema izquierda, "okupas"y anarquistas».

«Actuaron de forma organizada y estructurada, todos ellos armados con escudos, palos, piedras, botes y objetos contundentes que lanzaron a la Policía». Relató también la entrada de grupos en un hotel aledaño, barricadas, derribo de contenedores y la necesidad de asistencia médica a policías heridos, además de la aparición de botellas, cientos de kilos de piedras, señales metálicas y palos.

«Vivimos –dijo– tiempos difíciles con retos históricos para España y para sus instituciones. Y en estas duras circunstancias, en el ámbito político debemos mantener altura de miras y una acción constructiva para una recuperación social, económica y cívica», defendió, antes de remachar que en este contexto la Policía «presta un servicio incalculable», por lo que pidió «el respaldo de todas la fuerzas políticas y de la sociedad a este cuerpo que desempeña sus funciones sin escatimar en esfuerzos y con el mayor grado de profesionalidad y sacrificio».