España
Por qué hay que confiar en España por Alfonso Merlos
Estamos a las doce menos cinco de que se plantee como hipótesis enteramente verosímil algún tipo de intervención que desborde la asistencia al sistema financiero. Pero no es el presente y el futuro de una potencia europea lo que está en juego. Es una moneda única, un proyecto político de más de medio siglo y el destino de un club debilitado económicamente y de todo punto incapaz de sacar fuerzas de flaqueza para tomar impulso. Y, sobre todo, para hacerlo desde el convencimiento de que es en tiempos de crisis cuando se demuestra el verdadero compromiso de las personas por salvar las organizaciones y las instituciones.
Es precisamente este momento de urgencia y emergencia el que justifica que el BCE compre deuda pública española por razones de oportunidad, de responsabilidad, de inevitabilidad y de salvación:
1 Porque se trata del único organismo y la única operación que puede despejar las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda de los Estados soberanos, acelerando el todavía angustioso acceso a la liquidez de empresas y familias.
2 Porque es el mecanismo más eficaz, en el corto plazo, para garantizar que la estabilidad de la moneda vaya acompañada más pronto que tarde de un gobierno económico común, cohesionado y compacto.
3 Porque es la herramienta de corrección más útil para reaccionar ante fortísimos desequilibrios y un estado transitorio de shock, evitando que una economía sistémica como la española pueda ponerse, irreversiblemente y con resultado impredecible para todos, fuera de control.
4 Porque el Partido Popular está demostrando un compromiso reformista dirigido a favorecer una economía más pujante, más competitiva y más eficiente, y que está gozando con los lógicos matices del reconocimiento internacional.
5 Porque el G0obierno de Mariano Rajoy está concentrado indubitada y responsablemente en un rigurosísimo programa de consolidación fiscal, imprescindible para emprender a la mayor brevedad la senda de un crecimiento sostenido y equilibrado.
6 Porque asegurar la estabilidad financiera es hoy condición necesaria aunque no suficiente para reforzar el compromiso de los Estados miembros con la continuidad e irreversibilidad del euro, y especialmente de actores sistémicos como España o Italia.
7 Porque el FMI le ha recomendado al BCE que adopte medidas extraordinarias para ayudar a los socios que afrontan terribles y persistentes tensiones para financiarse.
8 Porque es la única forma de avanzar hacia una Europa más federal y más solidaria que estreche las diferencias entre los países que van embalados en sexta marcha y los que, por circunstancias en adelante evitables y combatibles, circulan ahora en segunda o no pasan del punto muerto.
9 Porque el proceso de construcción comunitario atraviesa una etapa especialísimamente crucial como la que tuvo lugar en Maastritch y, sólo después de decisiones valientes, sirvió para dar oxígeno a una iniciativa que corría serio riesgo de indefinición y estancamiento.
10 Porque Europa está atravesando la crisis más grave desde su creación, y su evolución está poniendo en riesgo una empresa única de prosperidad y bienestar cuya ruptura o voladura, por un fenómeno de implosión o explosión, sólo interesa a sus declarados u ocultos enemigos.
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