Confiar y esperar por César Alcalá

Si hasta hace unos meses, la opinión de la calle era calmada, desde hace unos días esta situación ha cambiado. Al menos en los lugares por los que me muevo habitualmente.

Hace unos días alguien me comentó que estaba deseando la intervención europea para que se acabaran, de una vez, todas las autonomías menos las históricas. Otros opinan que las medidas de ajuste para superar la situación deben afectar a la clase política, y algunos de los inmigrantes.
La situación que nos ha tocado vivir es complicada para todos. Es la primera vez que muchos vivimos una crisis tan aguda a nivel global. Nunca hasta ahora las Comunidades Autónomas habían pedido su rescate económico al Estado, aunque este término no le guste a muchos. Quizás el problema no está en las medidas tomadas por el Gobierno de Rajoy. Este se centra en la incertidumbre. Es decir, en no saber si esto será efectivo o no. Y lo más importante, cuándo acabará la crisis y empezará a remontar la economía.

¿Las cosas pueden ir a peor de lo que están ahora? Es posible, siempre todo puede empeorar. Ahora bien, vivimos rodeados de especulación. Se toman medidas económicas, pero el ciudadano no ve resultados concretos a corto plazo. Muchas familias se han empobrecido y su pesimismo hace que todo lo vean negro en el futuro a corto y largo plazo.

La situación no es buena para nadie. Unos luchan para sacarnos de este caos y otros para sobrevivir. Todos estamos subidos en el mismo barco y, después de la tempestad, vendrá la calma.
Mi consejo no es otro que confiar y esperar.