Un diseño donde la economía y el espacio son protagonistas

Madrid- El Toledo ha sido uno de los modelos más conocidos de Seat en los últimos tiempos. Con sus luces y sus sombras. Las luces, las dos primeras generaciones del modelo, que resultaron un éxito para la marca española por su diseño amplio y representativo de gran berlina. Las sombras, por la tercera generación, en forma de monovolumen, que no fue acertada en su diseño y cuyo éxito podríamos calificar de discreto. Pero la trayectoria del modelo en su conjunto, nacido hace algo más de veinte años, es muy positiva, con unas ventas acumuladas de cerca de un millón de ejemplares, de los cuales más de la tercera parte se matricularon en nuestro país.

Este otoño, Seat se enfrenta al reto de sacar al mercado la cuarta generación del Toledo, cuatro años después de haber dejado de fabricar la anterior versión. Un automóvil directamente inspirado en el diseño original, con las lógicas mejoras de todo tipo llegadas con el paso del tiempo y la evolución de la ingeniería y los materiales. Pero con el mismo criterio: crear una berlina de amplias dimensiones, con una enorme zona de maletero, al que se accede gracias a un portón posterior, que hace de quinta puerta y una terminación bastante lograda. Además, los materiales son de calidad y los ajustes perfectos. Como ocurre con todos los vehículos que pasan los estrictos criterios de calidad del grupo Volkswagen.

El fabricante ha tenido especial cuidado en reducir los precios todo lo posible para ofrecer una berlina de representación media pero con un coste muy accesible. Cuando se inicie su venta, a mediados de octubre, habrá versiones disponibles desde algo menos de 14.000 euros. Un precio realmente atractivo que puede ir subiendo hasta los aproximadamente 18.000 euros de las versiones mejor equipadas y con los motores más potentes.

Aunque por el momento no se han desvelado todos los detalles del modelo –no se podrán realizar pruebas de carretera hasta septiembre–, sí se sabe que estarán disponibles diferentes motorizaciones de gasóleo y gasolina, con una gama de potencias de 90 y 105 caballos en diésel, y de entre 75 y 122 caballos para los de gasolina.

Ésta será la tercera novedad de Seat este año, tras el Mii y el nuevo Ibiza, dentro de una ofensiva de modelos atractivos que está consiguiendo elevar a la marca hasta los primeros puestos de las listas de ventas en el mercado nacional.