Lisboa

Tras el «maquillaje» del estreno las obras y las vallas vuelven a «decorar» el Metropol

Menos de 24 horas después de la fastuosa presentación a la ciudadanía del Metropol Parasol, volvieron las vallas –las mismas que habían sido retiradas apresuradamente minutos antes del estreno–, las restricciones para acceder a las distintas áreas del complejo y los operarios, afanados en concluir esos «pequeños detalles» que habían quedado pendientes por la premura inaugural.

Sólo durante una tarde estuvo la plaza libre de herramientas
Sólo durante una tarde estuvo la plaza libre de herramientaslarazon

Mientras algunos obreros se dedicaban a colocar losetas, otros ponían cemento en la base de los parasoles. Una mano de pintura por aquí, un encaja esta pieza por allá. Del mismo modo, las máquinas y los andamios pasaron a formar parte de nuevo de este símbolo de «la Sevilla del siglo XXI», amén de las grúas, que continuaron impertérritas vigilando lo que acontecía a sus pies.

Como si el acto de inauguración no hubiese sido más que un «Kit Kat», una vez se apagaron los focos y el confeti se evaporó, la normalidad de los trabajos volvió a reinar. Durante su discurso del domingo, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, pidió «disculpas» a los sevillanos por las obras y los retrasos, si bien le faltó especificar si se refería a los pasados o a los futuros. El hecho es que algunos ciudadanos que ayer acudieron a la Encarnación atraídos por los ecos de la cacareada puesta de largo, y esperando quedar sobrecogidos por la anhelada imagen de las «setas» inauguradas y visitables, se tuvieron que conformar con lo primero.

Ni los parasoles, ni la plaza pública, ni siquiera el Antiquarium era accesible ayer al público, en un refrendo de que esta «catedral» moderna se encuentra a falta de más de un «detallito» y de que la nueva ley electoral forzó a los responsables a «maquillarlo» todo con celeridad de cara al falso estreno. Sólo las banderas –aún colgadas de los parasoles– remitían al ambiente festivo de la jornada previa, como si su presencia sirviera para ratificar que lo del domingo no fue un sueño.

Monteseirín volvió ayer a alabar las bondades del espacio diseñado por Jürgen Mayer, al que definió como «bendición», si bien aseguró –en declaraciones a Radio Sevilla– que no le gustaría ser recordado por este proyecto, sino por lo hecho «en los barrios y por el casco histórico». En cuanto a los plazos, sólo señaló que «durante el mes de abril», el Tesoro del Carambolo podrá ser admirado en el Antiquarium.

Por su parte, Mariano Peláez, director territorial de Sacyr, concesionaria del Metropol, tampoco se aventuró a concretar fechas y respondió con un «en breve» a la pregunta de cuándo podrá visitarse el mirador ubicado en la azotea del complejo.

Carrusel de fotos

No han sido las «setas» las únicas protagonistas –aunque sí las más llamativas– de las «falsas» inauguraciones de las últimas semanas. Sin ir más lejos, la biblioteca Felipe González se «estrenó» el pasado día 24, con un año de retraso, escasez de libros y, por el momento, sólo un ala de la misma está en uso; las restantes, aún se están habilitando. Se suman también a este carrusel de fotos y descubrimientos de placa prematuros el nuevo Fibes y los pabellones de la Paz, Mendigorría y San Luis.


De Lisboa a París: sigue el «tour»
Tras la «locura» inaugural de las últimas fechas, el alcalde vuelve a centrarse en su particular campaña de promoción, «Sevilla se ve», que ayer le llevó a desplazarse a Lisboa, donde asiste hoy a un acto con medios de comunicación especializados en turismo, a los que «venderá» los proyectos ejecutados en la ciudad bajo su mandato. A buen seguro que las «setas» estarán muy presentes en la cita. Desde la capital portuguesa, el regidor se trasladará mañana a París para participar en el Salón Internacional Meedex.