Eurocopa

Francia

España en Sudáfrica

La Razón
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Soy de las que piensa que en semifinales, a lo sumo, la selección regresará a casa. Y no se trata de falta de fe -aunque de ésa gaste ya poca-, ni de mala leche –aunque de ésta tenga una poquita-, se trata de observar las posibilidades tanto deportivas como de templanza psicológica de nuestros jugadores. Aquí dan por supuesto que porque la selección se situara una sola vez por delante de equipos como Alemania, Holanda, Italia, Inglaterra y Francia, en la Eurocopa 2008; además, volverá a quedar por delante de todos estos equipos y luego, lo más impensable, ganará a Brasil y Argentina. Ocurre con muchos deportistas españoles que en los momentos en donde se exige más seguridad y equilibrio, se desinflan. Recuérdese «el fenómeno Conchita Martínez». Esta gran tenista poseía una técnica más depurada que la de Arantxa. Conchita ganó a tenistas como a la Navratilova, a quien le arrebató el trofeo de Wimbledon, fue la primera española en lograrlo. En el año 1995 llegó a las semifinales de todos los torneos del Grand Slam y se convirtió en la nº2 del mundo. Bien, como tantos otros deportistas de elite españoles, era particularmente legendario en ella que cuando se le torcían tres puntos seguidos en un set, a veces después de haber arrasado en el primero, podía venirse abajo de forma irremisible. Se le veía abatida, como si una pequeña parte de ella misma, de la que no era consciente, ya se hubiera rendido. Y eso, aunque nos pese, es muy español.