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Francisco Pérez Puche / Escritor y periodista: «Aún no se ha resuelto el choque entre lo que es bueno o malo para L'Albufera»

El autor (izda.), acompañado por el concejal de Pedanías y L'Albufera, Vicente Aleixandre
El autor (izda.), acompañado por el concejal de Pedanías y L'Albufera, Vicente Aleixandrelarazon

VALENCIA- L'Albufera de Valencia cumple este año su centenario como pulmón verde de la capital. Con motivo de este aniversario, el Ayuntamiento publica «L'Albufera viva», obra del periodista y escritor Francisco Pérez Puche y con fotografías de Ximo Ves.

-¿Cómo fue el proceso?
-Han sido más de cuatro meses de entrevistas, tertulias e investigaciones en los que he tratado de abordar las dos vertientes. Por una parte, la más técnica, con las opiniones y declaraciones de botánicos o técnicos en hidráulica, y por otro, la visión y los recuerdos de la gente del parque. He intentado dar a conocer los problemas que tiene este lugar, pero también las soluciones.

-A su juicio, ¿cuáles son?
-El principal es que aún no está resuelto el choque entre lo que se considera bueno o no para el parque. Lo que opinan ecologistas y los pescadores o cazadores de la zona. Unos piden cambiar a la apertura tradicional de compuertas, otros creen que no quemar la paja del arroz perjudica la calidad de las aguas y por lo tanto la pesca... hay muchos puntos de vista. Lo que he descubierto y sí tengo claro es que sin el arroz, no existiría L'Albufera. La simbiosis es necesaria.

-A corto plazo, ¿a qué peligros se enfrenta?
-Este parque natural, que quiero recordar se declaró como tal en el año 86 gracias a una ley promovida por Rafael Blasco, es muy frágil y debe cuidarse. Hay que prestar especial atención al uso masivo. No se trata de reducir el número de visitantes, sino de controlarlos y de hacer entender a los que acuden a él que deben ser educados y respetuosos con el medio ambiente.

-¿No le da la impresión de que son justamente los valencianos los que menos lo conocen?
-Sí, claro. Parece que los de fuera sepan más de él que los que vivimos aquí. No somos conscientes de lo que tenemos. Y eso que contamos con un parque unido a una gran ciudad, que supone el veinte por ciento de su territorio municipal... es una maravilla.

-¿Cree que ha cambiado con el paso de los años?
 -Valencia es una ciudad dada a los cambios ¡Si lo hace cada dos o tres años! Vamos, que da para muchos libros.
 

 

Cementerio de barcos
Al autor de «L'Albufera viva» aún le quedan cosas por aprender y misterios por descubrir. Como el que le contaron los más viejos del lugar durante su investigación y que desvela la existencia de un cementerio de barcas típicas del lago valenciano justo debajo de un parque infantil. Una especie de necrópolis vikinga donde descansan los esqueletos de medio centenar de embarcaciones de los años cincuenta y sesenta, hoy muy cotizadas.