Un informe médico concluye que el celador de Olot no se arrepiente

El estudio mental concluye que el celador presenta una "inmadurez emocional, falta de empatía, introversión y obsesión compulsiva, y pocas habilidades sociales e interpersonales". Asimismo, el informe recoge que Joan Vila padece una "distorsión cognitiva respecto de los presuntos hechos, con mecanismos de negación y minimización".

El informe, elaborado por un psicólogo y un psiquiatra, también destaca que Vila muestra durante la exploración una "falta de arrepentimiento"y evidencia unos "valores éticos distorsionados". "Tiene una buena distinción entre el bien y el mal pero no tiene capacidad de atribuir correctamente estos valores a las acciones que desarrolló, incluso las presuntamente delictivas, por lo cual no tiene sentido de culpabilidad ni de arrepentimiento", cita el informe, que añade que el celador "no entiende la gravedad de su conducta pero sí reconoce la ejecución de los presuntos hechos".

Los peritos afirman "no observar paranoidismo, esquizoidía ni narcisismo patológico"y, a pesar de su "sensación crónica de vacío y la impulsividad", los doctores aseguran que "no muestra inestabilidad en las relaciones interpersonales, aunque sí dependencia y necesidad de aceptación".

El mismo Joan Vila, según recoge el informe, se autodefine como una persona "temerosa"y con "una elevada ansiedad desde siempre", que compensa con "una posición submisiva y para complacer el entorno"y afirma no ser "rencoroso". El juez ha citado a declarar al psiquiatra y al psicólogo el próximo 22 de julio para ratificar el estudio.