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El Príncipe de Asturias arropa a los «marines» españoles
MURCIA- El muelle de Alfonso XII del puerto de Cartagena albergó ayer el acto central de conmemoración del 475 aniversario de la creación del cuerpo de la Infantería de Marina española, la más antigua del mundo, evento que estuvo presidido por Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón. Sobre las 12.30 horas, Don Felipe hizo entrada a la explanada del muelle de la ciudad portuaria, donde fue recibido por diversas autoridades civiles y militares, entre los que se encontraban el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel; el presidente de la Asamblea Regional de Murcia, Francisco Celdrán; el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, y la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, así como el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Manuel Rebollo, y el Comandante General de la Infantería de Marina, general de división Pablo Bermudo.
Así, el acto comenzó con el recibimiento y honores de ordenanza a Su Alteza Real, quien pasó revista a las tropas. Tras la lectura del Real Decreto, por el que se ratifica la antigüedad del cuerpo de Infantería de Marina, Su Alteza Real impuso la Cruz al Mérito Naval con distintivo rojo al capitán de Infantería de Marina, Rafael López de Anca, que mandaba la unidad que liberó el pasado 10 de septiembre a la ciudadana francesa Evelyne Colombo, secuestrada por piratas somalíes en el Golfo de Adén, y quien también estuvo presente en el acto. En concreto, un matrimonio francés que navegaba en un catamarán fue asaltado por un grupo de piratas, suceso en el que el buque Galicia desempeñó una tarea liberalizadora. Tras cruzar fuego y volcar la esquife, el capitán saltó al agua hasta en dos ocasiones para rescatar a la mujer que había sido secuestrada por los piratas tras asesinar a su marido. Cabe señalar, que la Cruz al Mérito Naval con distintivo rojo se concede a aquellas personas que con valor han realizado acciones, hechos o servicios en un conflicto armado o de operaciones militares con uso de fuerza armada, y que conllevan unas dotes militares o de mando significativas. De igual modo, en este acto central se distinguió a personal de la Infantería de Marina que participó en esta misma misión del buque Galicia.
Tras la lectura del Decálogo del Infante de Marina, que coreó al unísono la Fuerza, y mientras se cantaba el himno «La muerte no es el final», se rindió homenaje a los que dieron su vida por España mediante una ofrenda floral realizada por dos soldados de la Infantería de Marina, siendo el Príncipe de Asturias el encargado de imponer la misma a los caídos. Asimismo, se celebró el acto de transmisión del legado espiritual e histórico al soldado más moderno en el cuerpo, Francisco Rojo, de manos del Comandante General de la Infantería de Marina, Pablo Bermudo, quien antes de finalizar el acto dirigió unas palabras a los asistentes. De este modo, Bermudo resaltó la importancia de la labor que desempeña la Infantería de Marina, recordando que «es uno de los grandes activos de la Armada española» que presta sus servicios en diversas operaciones internacionales en Líbano, Afganistán y en el océano Índico, además de servir a la defensa de la Casa Real. De la misma manera, el Comandante General de Infantería de Marina subrayó la disponibilidad permanente de estos militares que «por segundo año consecutivo han recibido condecoraciones por su participación en acciones heroicas», a quienes además les pidió que «sigan mirando en el futuro sin olvidar la tradición del cuerpo de infantería de marina más antiguo del mundo».
Para finalizar, la Fuerza cantó la «Marcha Heróica», himno de la Infantería de Marina, y desfiló frente al Príncipe y demás autoridades. Tras ello, y una vez que los actos militares finalizaron, Su Alteza Real se saltó el cordón protocolario para acercarse a saludar a la multitud de cartageneros que asistieron como público a los actos, un gesto cercano que aplaudieron y vitorearon los asistentes.
Entrega de condecoraciones
- El capitán de Infantería de Marina, Rafael López de Anca, recibió ayer de manos de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias la Cruz al Mérito Naval con distintivo rojo, condecoración que le fue otorgada al encontrarse al mando de la unidad que liberó a la ciudadana francesa Evelyne Colombo. Así, el buque Galicia interceptó a este grupo de asaltantes y el capitán arriesgó su vida para rescatar a la ciudadana francesa a la que habían secuestrado unos piratas tras previamente matar a su marido en un catamarán francés.
- De igual modo, en este acto central de la Infantería de Marina se distinguió a los cabos primeros Raúl Jiménez y Fernando del Monte; al cabo Cristian Fernando Lozada, y a los soldados Diego Fernando Gallego y Miguel Moro, quienes también participaron en esta misma misión.
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