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La Junta no revisará los Presupuestos pese a casi triplicar el déficit pactado
Sevilla- La consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, lanzó ayer una advertencia al Gobierno central: «Si Andalucía no ve atendidas sus demandas económicas y si no hay una aplicación correcta del modelo de financiación de las comunidades autónomas, no descartamos pedir una revisión de los objetivos de déficit internos de España».
Tras expresar el «profundo malestar» del Ejecutivo regional por la lectura y el debate «torticero» abierto, a su juicio, a propósito del déficit de las regiones, acusó al equipo de Mariano Rajoy de «tapar» que, «ahora mismo, el 60 por ciento del déficit que tiene España corresponde al Estado y no a las comunidades autónomas».
«El verdadero debate que tiene que abrirse en este país, en opinión del Gobierno andaluz –señaló–, es el de en qué se gasta y en qué se ahorra, no quién gasta o quién ahorra». Y añadió: «Si se asfixia a las comunidades autónomas se están asfixiando las políticas de educación, de sanidad y los servicios sociales».
Moreno recurrió al artículo 8.2 de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria para defender una distribución «distinta» a la actual de los objetivos de déficit. Según la titular de Presidencia, éste «permite que corresponda al Estado el 20 por ciento, a las comunidades el 75 y a las corporaciones locales el 5 por ciento», sin embargo, «al haber invertido las obligaciones de déficit, a nosotros se nos ha puesto el 1,3 y el Estado se ha reservado el 4,8; se está pidiendo a las comunidades un esfuerzo extraordinario que va más allá de dicha ley», criticó. Lo cierto es que los topes se fijaron en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, con la presencia de representantes andaluces, pero Moreno mantiene que «estaban vinculados al cumplimiento de las obligaciones» con las regiones. Los datos hechos públicos por el Ministerio de Hacienda revelan que Andalucía concluyó el ejercicio de 2011 con un déficit del 3,22 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), 28 centésimas por encima de la media del conjunto de las comunidades autónomas, cuando lo pactado, el compromiso de consolidación de las autonomías, era del 1,3 por ciento. Un 3,22 que la Junta, «no da por bueno todavía», aunque se niega a precisar su cifra.
Cabe recordar que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, en un debate parlamentario situó el déficit de la región por encima del 1,4. Su consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, lo colocó al día siguiente en el entorno del 3, y ayer Moreno rehuyó dar el «dato preciso». En lo que no dudó fue en aseverar que el Ejecutivo socialista no estudia «revisar» los Presupuestos crecientes de la Junta en un contexto de recesión. En todo caso, se replantearían «los cumplimientos no sólo de las obligaciones de déficit, sino de las necesidades de financiación de las comunidades», reiteró.
En su discurso, una insistencia. La Administración del Estado tiene débitos de los que el Ejecutivo andaluz es «acreedor» y «que se acercan a los 3.000 millones de euros». ¿A qué son atribuibles? A la Disposición Adicional Tercera del Estatuto de Autonomía y al Fondo de Competitividad.
Según las cuentas del Gobierno de Griñán, el Ejecutivo central «debe» a Andalucía 1.504 millones de euros en cumplimiento de la mencionada Disposición, en concepto de inversiones presupuestadas y no ejecutadas que el Estado tendría que abonar. No en vano, «en la reunión de la Comisión Bilateral –Junta/Estado– quedaron fijados y aceptados por todas las partes, por lo que tiene contenido normativo, los criterios de materialización de la Disposición Adicional Tercera», explicó Moreno. Y puntualizó que, como ya ha transcurrido el año en el que el Gobierno de España hubiera podido invertir «directamente», exigirán una «transferencia a la comunidad», como «se ha hecho ya con Cataluña». El compromiso que ahora le reclaman a Rajoy lo asumió el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque nunca se llegó a acordar un calendario real de pagos.
A esos 1.504 millones hay que sumar, en la hoja de reclamaciones de la Junta, más de 1.300 procedentes del impago del Fondo de Competitividad de 2011, previsto en el modelo de financiación autonómica. Ambas cantidades «bajarían mucho el 3,22 del déficit de Andalucía», sostuvo la titular de Presidencia. Tras volver a rechazar las «etiquetas de despilfarradoras» para las autonomías insistió: «Andalucía ha presentado una gestión de las cuentas públicas que es algo más que razonable, es muy positiva en el contexto nacional». ¿Autocrítica? Las elecciones no la favorecen...
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