Túnez
Cacería al clan Ben Ali
La Policía detiene a 33 familiares del depuesto presidente por «crímenes contra Túnez». Suiza bloquea todos los fondos bancarios del dictador
TÚNEZ- No sólo se escucha «RCD fuera» en las calles de Túnez. Desde que empezara esta revolución que ha logrado derrocar a Zine el Abidine Ben Ali, la población ha vuelto a cantar con más ganas que nunca su himno nacional. Una de las frases, que si la comienza un tunecino, todo el que esté a su lado se anima a seguir, dice así: «Cuando un día el pueblo quiera vivir, el destino debe responder: la oscuridad se disipará y las cadenas se romperán».
Precisamente ayer, por primera vez se arrojó un poco de luz. El destino que espera a Túnez es la transición política y el descrédito para el clan Ben Ali, que paga las consecuencias de 23 años de poder absoluto. Las Fuerzas de Seguridad tunecinas arrestaron ayer a 33 familiares del ex presidente por presunta comisión de «crímenes contra Túnez».
Mientras, cientos de personas se manifestaron en la Avenida Habib Borghuiba, pero esta vez, la Policía sólo les observó. En un hecho inusual, los agentes no dispararon su recurrente gas lacrimógeno ni persiguieron a la multitud. Los tunecinos pudieron gritar durante horas, expresar sus ideas en alto y no en susurros. Además, desde el Gobierno de Unidad, que el martes se tambaleó por la salida del sindicato UGTT y un ministro del también opositor Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL), se dieron pasos importantes como el anunciar la liberación inmediata de «todos los presos políticos», soltar al periodista, Fajem Boukadous, y acortar el toque de queda. Ayer se pudo pasear hasta las 8 de la tarde.
Hasta la comunidad internacional puso su granito de arena. Suiza bloqueó todos los fondos bancarios de Ben Ali y su odiada familia política, los Trabelsi. Requisito que había pedido el partido Ettajdid (con un ministerio) para no salir del Gobierno. Fuentes suizas estiman en 620 millones de dólares el capital que miembros del depuesto gobierno ingresaron en cuentas blindadas.
«Lo que realmente importa es la transición. Tenemos que proteger los derechos humanos, concienciar al RCD [hasta ahora en el poder] y a la población de su relevancia y encargarnos de que los partidos se definan de cara a las elecciones», reconoció a LA RAZÓN Lilia Laabidi, ministra de la Mujer en el nuevo Gobierno de Unidad. Laabidi, profesora de universidad, feminista e independiente, asistirá hoy al primer consejo de ministros post 14 de enero. No es la única sorpresa en el Ejecutivo provisional. El bloguero Slim Amanaou –que fue liberado de la cárcel tres horas después del último discurso de Ben Ali– es el nuevo Secretario de Estado de Juventud y Deportes. «Slim404» se ha cortado su melena rizada y lleva un aspecto mucho más cuidado, pero asegura que no se quedará mucho, «no estoy en el Gobierno para hacer carrera» sino para tener datos de primera mano, muy importante en «la guerra informativa».
Nace el Foro de la Juventud
En la sede de la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos tuvo lugar la segunda reunión de un movimiento que agrupa a políticos, asociaciones, abogados y sobre todo a jóvenes internautas, los motores de la revolución. Este periódico estuvo presente en la génesis del Foro de la Juventud Ciudadana, que podría tener mucho peso en las primeras elecciones de Túnez.
«La indignación de los árabes no tiene precedente»
- El secretario general de la Liga Árabe, Ar Musa, que se reúne estos días en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, ha advertido de que los problemas sociales y económicos que causaron la revuelta tunecina afectan al conjunto de los países árabes, cuyos ciudadanos «han alcanzado unos niveles de indignación que no tienen precedente».
- Musa describió un panorama sombrío: «El mundo árabe está destrozado por la pobreza y el desempleo. Todos los indicadores son malos. Túnez es el ejemplo de las grandes sacudidas a que se enfrentan nuestras sociedades».
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