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Esa gran desconocida por Pablo Bermudo y de Espinosa

La Razón
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El Cuerpo de Infantería de Marina constituye hoy día casi un tercio del total de la Armada, sus casi seis mil hombres y mujeres se encuentran encuadrados en la Fuerza de Infantería de Marina, estando los restantes integrados en otros órganos y unidades de la propia Armada o del Ministerio de Defensa.

La Fuerza de Infantería de Marina, como fuerza especial de la Armada, es lo que realmente da un carácter e identidad singular al Cuerpo. La Infantería de Marina operando a bordo de los buques de la Armada permite disponer de una fuerza alistada, económica y eficaz, al servicio de la nación para ser utilizada como herramienta en la gestión de una crisis cuando sea necesario. En la actualidad, la Armada ha materializado la capacidad descrita anteriormente mediante su fuerza anfibia, constituida fundamentalmente por los tres buques anfibios: el Juan Carlos I, el Galicia y el Castilla, y la fuerza de desembarco que son capaces de transportar, desplegar y apoyar logísticamente desde la mar; en total, unos 1800 Infantes de Marina con todo su material y equipamiento, procedentes de la unidad más emblemática de la fuerza: el Tercio de Armada.

Además de ésta, la Fuerza de Infantería de Marina alberga otras dos unidades: la Fuerza de Protección, distribuida en diferentes Tercios o Agrupaciones por toda la geografía española, cuyo cometido fundamental es dar protección a las autoridades, instalaciones y bases navales, así como contribuir a la seguridad marítima; y por último, la Fuerza de Guerra Naval Especial, unidad exclusiva, no solo por su especial preparación y operatividad, sino por ser la que proporciona la capacidad de operaciones especiales en el ámbito marítimo.

Si repasáramos someramente sus características resultaría muy difícil no concluir que las unidades de Infantería de Marina son las más idóneas para las operaciones de nuestros días. Su mentalidad expedicionaria, que implica la permanente preparación para ser desplegados en un ambiente incierto, unida a la posibilidad de dar una rápida respuesta –materializada con unos plazos muy reducidos entre la orden de desplegar y el inicio del despliegue–, constituyen los mejores argumentos para convencerse de que invertir en Infantería de Marina es invertir en una capacidad de futuro. Además, la polivalencia de sus unidades, que puede ser descrita como la capacidad de afrontar las más variadas tareas, unida a la versatilidad que les proporciona la exclusiva capacidad de operar tanto en la mar como en tierra y su inherente flexibilidad, entendida como la posibilidad de adaptarse a nuevas misiones aunque estas no estuvieran inicialmente previstas, convierten a la Infantería de Marina en una de las opciones más rentables de las existentes en la actualidad en las Fuerzas Armadas.

En definitiva, la Infantería de Marina continúa aportando una capacidad única, que comparada con el conjunto de capacidades de la defensa, resulta económica, rentable y eficaz. Los Infantes de Marina, orgullosos de nuestra historia y de nuestra pertenencia a la Armada, podemos afirmar que el día de hoy, después de 475 años de historia, nuestro lema sigue tan vigente como entonces: «VALIENTES POR TIERRA Y POR MAR».

 

Pablo Bermudo y de Espinosa
General de División. Comandante General de Infantería de Marina