Los salarios de los directivos

Este fin de semana termina el estado de alarma, en vigor desde el pasado 4 de diciembre, por el que los controladores aéreos han trabajado bajo la supervisión militar. La situación hoy no difiere de la que existía hace un mes cuando el Gobierno solicitó al Congreso, inesperadamente, la prórroga del estado excepcional, bajo el argumento de querer garantizar la normalidad en los aeropuertos. En aquellas fechas, los controladores se habían comprometido ante notario a no llevar a cabo ninguna acción que perturbara los desplazamientos en las fiestas navideñas y pese a ello, el Ejecutivo decidió alargar un mes esa situación anómala. Una coyuntura en la que, entre otras cosas, no se pueden convocar elecciones generales que podrían haber sido exigidas por los ciudadanos, dada la precaria situación económica que vive España. Con el calendario actual, hasta otoño resultaría imposible celebrar los comicios.
Ayer el omnipresente, inteligente y todopoderoso Rubalcaba desvió la atención hacia el inicio del diálogo entre las dos partes –AENA y los controladores–, y el nombramiento de un mediador y un árbitro que dictará un laudo para el que tiene de plazo hasta el 28 de febrero y que será de obligado cumplimiento, no recurrible y ejecutable para ambos. Todos los españoles sabemos, porque el Gobierno nos lo ha contado, cuántas horas trabajan los controladores y cuánto ganan. ¿Por qué nadie da a conocer los sueldos de los directivos de AENA y el espectacular crecimiento de la deuda de la compañía en estos últimos años?