Fuencarral

Llega el «cigarrón»: los vecinos temen pagar el veto al tabaco

Quédese con este nombre, porque quizás lo va a escuchar más de una vez en los próximos meses: "cigarrón". Es decir, la versión ampliada, con humo de por medio, del "botellón"que tanto ha martirizado a los vecinos. Según los fumadores, la primera consecuencia de la prohibición de fumar en los bares serán los corrillos en la calle en torno a un "cigarrito". ¿Una amenaza exagerada?

Desde el 1 de enero no se podrá fumar en los bares
Desde el 1 de enero no se podrá fumar en los bareslarazon

Si la ley sale adelante, desde el próximo 1 de enero el que quiera fumar tendrá que irse a la calle. Al cubo de la basura, por tanto, el dinero que los hosteleros y restauradores invirtieron hace cinco año para adaptar sus locales a la ley antitabaco y poder crear zonas separadas entre fumadores y no fumadores. El Ministerio de Sanidad, con Trinidad Jiménez a la cabeza, se ha presentado en el Congreso el nuevo borrador de la ley antitabaco para endurecer la anterior. Uno de los problemas es que de 2005 a aquí el número de fumadores ha aumentado. Todo lo contrario a lo que el Gobierno esperaba. Una paradojaEl endurecimiento de la ley conlleva que no se pueda fumar en los bares, restaurantes, discotecas, etc. pero estos locales podrán seguir vendiendo tabaco. "Es una incongruencia que los locales puedan vender tabaco pero que no se pueda fumar", asegura Antonio Catalán, vecino del barrio de Chamberí. La normativa sólo se aplicará a los lugares privados cerrados. En terrazas, estadios y plazas de toros se seguirá pudiendo fumar. Vicente A. Hernández vive junto a la calle Martínez Campos de Madrid, y aclara que el no es fumador pero antes todo defiende "la libertad para que en los bares haga el dueño lo que quiera porque lo peor es privar de libertad a la gente".La trampa puede ser que muchos bares y locales decidan "reconvertirse"en clubes de fumadores porque la ley los considera espacios privados, cuya actividad fundamental es fumar. Tertulias a pie de calleA parte de los locales, a las personas que tengan debajo de sus casas un bar les afecta: el entrar y salir de gente a la calle a fumar trasladará las tertulias a las calle. A las diez de la mañana de un día de diario poco importa, pero durante los fines de semana por la noche va a ser otro cantar. No saldrá uno solo a fumar, se saldrá a la calle con más amigos o compañeros y la conversación que se mantenía dentro del garito continuará al aire libre. Sin embargo, José Antonio, que reside por la zona de Fuencarral, espera que con la entrada de la nueva ley "haya un equilibrio"entre el ruido y la bulla que por las noches se puede organizar en la calle y la tranquilidad de los vecinos. Pero explica que "fumar en un sitio cerrado no es bueno"porque se puede molestar a los no fumadores. Daniel Ballesteros regenta el "Scottish Pub"en la calle García de Paredes: es un local pequeño, con luces tenues, de ambiente clásico, con mesitas y una buena barra de madera oscura. Sobre el endurecimiento de la ley antitabaco que entrará en vigor el próximo 1 de enero, cree que "va a ser una lata", porque en verano la gente saldrá a la calle, habrá ruido y se molestará a los vecinos y, continúa, "en los sitios grandes va a ser un lío controlar a la gente que entra y sale".

 

Un nuevo sistema de entrada a las discotecasOtro mundo son las discotecas. LA RAZÓN ha contactado con varias personas encargadas de estas salas y la opinión general es que va a dañar el negocio. Unos explican que a no ser que la policia intervenga, se va a seguir fumando. Otros ven la medida como positiva para los no fumadores y no ven ningún inconveniente en que la gente salga a fumar a la calle. Una tercera fuente ha señalado que la entrada de la nueva Ley antitabaco "va a afectar muchísimo al negocio porque hay gente que no puede estar 6 horas sin fumar. La clave sería adaptar las discotecas a un sistema similar al que existe en Estados Unidos: colas para fumadores para que puedan salir a la calle y no tengan que volver a pagar la entrada".

 

Esto supondría un cambio en el funcionamiento de las discotecas porque actualmente si uno sale a la calle un rato y luego vuelve, tiene que pagar por segunda vez. "La gente saldrá pero muchas personas no van a ir a los locales en los que cobren entrada. Se va a optar por locales gratuitos en vez de las grandes discotecas".