Lavar toda la ropa en casa por José Clemente

Aún siendo la subida del IVA una consecuencia directa de nuestras obligaciones con Europa, su aplicación no satisface a todos los españoles por igual, ni tampoco a muchos de sus dirigentes políticos, incluidos algunos del PP nacional, y entre ellos, por su evidente relevancia, el propio Mariano Rajoy, que ya nos lo advirtió al recordarnos que había que hacer cosas que no gustaba hacer. En las comunidades autónomas, este impuesto sobre el consumo que grava las transacciones comerciales, los servicios, las importaciones y hasta el conjunto de los movimientos de personal de cualquier empresa en el momento en que se extiende la factura (no siempre con el IVA), puede acabar convirtiéndose en un arma arrojadiza de otras formaciones contra el PP, pero también del PP contra su propia política. En la Región de Murcia no ocurre nada muy distinto a lo que tiene lugar de la Venta del Olivo para arriba. Por eso casi todos los consejeros procuran lavar toda la ropa en casa, que no está el horno para bollos. Y pese a la discrecionalidad con que se lleva tal discrepancia, sólo en la distancia corta o el petit comité se puede uno aflojar el nudo de la corbata que le obliga a «guardar secreto de la deliberaciones del Consejo de Gobierno», aunque sea, al menos, como simple terapia de desahogo. Los hay también que, como el consejero Campos, lo dice sin pelos en la lengua y bien claro para que lo entienda todo el mundo que eso del IVA perjudicará a la Hostelería y por elevación al Turismo. Estamos donde estábamos, es decir, en que hay que hacer cosas que no nos gusta hacer y, además, podemos hablar de ellas con total naturalidad.