Bruselas
Todos contra Merkel
La ex primera ministra británica Margaret Thatcher puede sonreír satisfecha. La «Dama de hierro» ha encontrado digna sucesora en Europa, aunque ésta hable alemán. Angela Merkel está dispuesta a mantener su postura pese a quien pese, y más si se trata de los países del sur de Europa.
MADRID- Ajena a los gritos de auxilio que le llegan de toda la eurozona, especialmente de París, Madrid y Roma, la canciller sigue decidida a hacer valer la posición de fuerza que le permite el buen momento de la economía germana para exigir disciplina fiscal y negarse, ya casi en solitario, a que el BCE ejerza de «bombero». Y, por supuesto, que nadie le hable de eurobonos, algo que le han sugerido los «cinco sabios» alemanes y en lo que están empeñados desde Sarkozy a Durao Barroso.
Inmune a la amenaza de derrumbe del edificio del euro, que empieza a crujir por los cuatro costados, Merkel reiteró ayer que la solución de la crisis pasa por una eurozona de 17 naciones más integrada, donde la disciplina fiscal venga obligada por los tratados, y por un Banco Central Europeo (BCE) que no amplíe sus competencias.
En una rueda de prensa tras su encuentro en la Cancillería con la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmid, Merkel subrayó que el mercado común que forman los 27 países de la UE es «fundamental», y que el Pacto de Estabilidad es un «buen fundamento» para volver al crecimiento. E insistió de nuevo en que «cada país debe hacer sus deberes» y volver a la «disciplina presupuestaria». «Necesitamos fuertes medidas para una mayor integración y una mayor vinculación» en el seno de la eurozona, aseguró Merkel, para quien es precisa una «reforma limitada» de los tratados de la UE.
Poco antes, en una conferencia organizada por el «Süddeutsche Zeitung», la canciller volvió a reiterar que no es favorable a que se amplíen las competencias del BCE para atajar la crisis de deuda soberana, una solución por la que aboga París, que ve cómo crece su prima de riesgo cada día que pasa. «Los que creen que el BCE puede resolver como prestamista de última instancia las debilidades de la eurozona plantean algo que no puede funcionar», afirmó tajante Merkel. «Esta crisis sólo puede resolverse a través de un sólido liderazgo político, de cambios en los acuerdos comunitarios, y no a través de la «ilimitada acción de bomberos» del BCE. Mi posición en este punto es increíblemente sólida», se regodeó Merkel.
La secundaron en este discurso su ministro de Economía, el liberal Philip Rösler, y los empresarios alemanes. Rösler se preguntó si es «inteligente» que el BCE compre deuda soberana para frenar la presión de los mercados, «ya que existe el peligro de perjudicar el ahorro», informa Efe. Por su parte, la Cámara de Industria y Comercio emitió un comunicado que suscribe uno por uno los postulados de Merkel: los eurobonos no son aceptables porque «colectivizan» la deuda soberana, las compras del BCE «sólo ganan tiempo», y la causa de la crisis está en el fuerte endeudamiento de los estados y en la «insuficiente regulación».
Así, la intransigencia alemana eleva por momentos la tensión entre los 27, sobre todo con París. Sarkozy cedió respecto a la ampliación de competencias del BCE en la cumbre del euro del 26 de octubre, con tal de lograr un pacto de mínimos que quedaría en papel mojado, pero se le agota la paciencia. París siente ya el frío aliento de los especuladores y empieza a desesperar. Ayer colocó 9.700 millones de euros de deuda a intereses mucho mayores que en operaciones precedentes. El diferencial del bono a diez años entre Francia y Alemania llegó a superar a mediodía los 200 puntos básicos –en máximos desde mediados de 2009–, aunque después cayó a 174.
Mientras, la prima italiana mantenía a duras penas los 496 puntos, y la española cerraba a 459 tras rozar los 500. La belga terminaba el día a 303, y la portuguesa, a 952. Todo por obra y gracia del BCE, que compró de nuevo deuda. Si no, el desastre hubiera sido histórico. Su labor la reconoció el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy. «Lo que ha hecho el BCE tenía que hacerse para salvar la zona euro», dijo. «El objetivo es lo importante; los métodos no son un fin en sí mismos», añadió.
Al mismo tiempo, fuentes de Bruselas admitían que hay negociaciones para que el BCE pueda sortear las pegas alemanas prestando dinero al FMI y que sea éste el que figure como prestamista de los países castigados.
El Gobierno británico venderá Northern Rock a Virgin Money por 854 millones de euros
El Gobierno británico cerró ayer un acuerdo para vender Northern Rock, la entidad que agrupa los activos saneados de la nacionalizada entidad de Newcastle, a Virgin Money. Lo hará por 854 millones de euros en efectivo, aunque la cifra podría alcanzar hasta los 1.176 millones de euros en el futuro, según el Tesoro británico. El Ejecutivo de Reino Unido destacó ayer que la operación representa un «paso significativo» en la privatización de las participaciones del sector público en la banca británica. «El negocio combinado de Northern Rock y Virgin Money dará lugar a un nuevo competidor en el segmento de banca minorista en Reino Unido, aumentando la capacidad de elección de los clientes», apuntó el Tesoro. Además, el Gobierno precisó que Virgin Money firmó el compromiso de no realizar más recortes de plantilla de los ya anunciados al menos durante los próximos tres años, y aumentar, por el contrario, la red de oficinas de la entidad.
Las consecuencias de la crisis
Irlanda: 23.500 funcionarios menos
El Gobierno irlandés anunció ayer que tiene la intención de suprimir 23.500 empleos en el sector público hasta 2015, así como racionalizar 48 organismos del Estado en el marco de un nuevo plan de reforma de la Administración. Así, el número de funcionarios en 2015 será un 12% inferior al de 2008, con una supresión de hasta 37.500 empleos en la Administración. Prevé ahorrar hasta 2.500 millones de euros.
Grecia: evasión de 60.000 millones
Grecia perdió hasta 60.000 millones de euros en impuestos impagados, según desveló ayer el grupo de expertos creado por la UE para asistir al Gobierno de Atenas en las reformas económicas. Sólo entre 6.000 y 8.000 millones son recuperables. Además, de los 60.000 millones, alrededor de 30.000 forman parte de casos de evasión denunciados ante los tribunales. Algunos están pendientes desde hace 12 años.
El oro vuelve a los bancos centrales
La demanda de oro en el tercer trimestre del año subió un 6%, hasta las 1.053,9 toneladas, lo que equivale a 42.804 millones de euros. Se debió tanto al aumento del interés por el metal de los bancos centrales como de los inversores, que lo ven como una inversión refugio. Así lo desveló ayer en su informe el Consejo Mundial del Oro, que indicó que el valor alcanzado por las ventas de este metal supone un récord.
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