Ciudad Lineal

«Hubo una ráfaga de disparos»

Una testigo del suceso describe al agresor como un hombre «gordito, canoso, con poco pelo y que llevaba gafas».

La policía analiza los casquillos de bala en la columna de uno de los edificios cercanos
La policía analiza los casquillos de bala en la columna de uno de los edificios cercanoslarazon

Madrid- «Qué raro, si no hay ninguna fiesta por aquí», pensó María tras escuchar ruido como de petardos en la calle. En realidad, los sonidos a los que se refería esta mujer no se correspondían a «cohetes», como en un principió pensó, sino a los disparos que se produjeron en calle Francisco Villaespesa. Dos de ellos acabaron con la vida de María Luisa. Sobresaltada, otra vecina, que estaba sentada en el sofá de su casa tranquilamente viendo la tele, también relata cómo escuchó las detonaciones.

Fue entonces cuando se asomó por la ventana para ver qué ocurría. Desde su balcón no tenía la perspectiva completa de los dos coches, pero cuenta que vio a una «mujer» semitendida sobre «un coche negro», cuando apareció un hombre con una camisa amarilla, que tenía un aspecto «gordito, canoso y con poco pelo, con apariencia de ser español y con gafas». El varón portaba un arma en su mano, con la cual «disparó a la mujer», que se tambaleó hasta que «cayó al suelo».

Otra testigo de los hechos relató que vio a la pareja fuera del coche, justo delante del vehículo del agresor. Ella le estaba insultando y él realizaba gestos obscenos mientras sujetaba sus entrepierna. La vecina aseguró que «el agresor no se bajó del coche» al principio. De hecho, «tenía la ventanilla subida».

Pero poco tiempo después, otra testigo asegura que vio a los tres «fuera de sus coches». Esta mujer, que paseaba junto con otras dos personas, siguieron su rumbo calle abajo, pero al poco tiempo escucharon «tres disparos». Fue entonces cuando el agresor «perdió los nervios» y comenzó a «disparar» tres o cuatro veces, «sin control», al intentar dar alcance al marido de la víctima. De hecho, un portero de un bloque de viviendas tuvo que salir corriendo, ya que una de las balas «casi me alcanza». Tras no poder alcanzar al marido, el agresor volvió y disparó a María Luisa. «Estaba muy nervioso», explicó un joven que llegó en ese momento. Tras el segundo disparo sobre la fallecida, el agresor se dio a la fuga.


Ya venían increpándose
Otros testigos presenciales aseguraron que el incidente se fue «cocinando poco a poco», ya que «venían increpándose desde más arriba», cuando el Megane se «plantó delante» del coche oscuro, como si «quisiera girar por una calle prohibida», como podría ser la calle José María de Pereda.

El origen de la discusión pudo ser la consecuencia de «un roce» entre ambos vehículos» mientras circulaban juntos o cuando uno de ellos, el Megane, realizó una maniobra de aparcamiento, momento desde el cual estuvieron riñendo, tal y como relataron los vecinos que presenciaron la discusión.

Después del incidente y tras la llegada de la Policía y el Samur, que cortaron al tráfico las calles Francisco Villaespesa y Marqués de Corbera, tanto los vecinos que habían presenciado o escuchado los disparos se agolparon en la zona para observar a los servicios de emergencia.