Atenas
La UE exige «hechos y no promesas» a la clase política griega
Bruselas– Los ministros de Finanzas del euro exigieron ayer a Grecia «hechos y no promesas» y mantuvieron en suspenso la puesta en marcha del segundo rescate, valorado en unos 130.000 millones de euros. Tras un «thriller nocturno», como lo describió el diario liberal «Kathimerini», los tres partidos de la coalición de gobierno en Grecia se presentaron en Bruselas con un acuerdo que no convenció a sus socios europeos.
El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, anunció ayer que el próximo miércoles, 15 de febrero, se celebrará una nueva reunión con el fin de verificar si efectivamente el Parlamento griego aprueba este próximo domingo los recortes ofrecidos y aplicar en la práctica los draconianos ajustes.
Para ello, Bruselas enviará a un grupo de expertos hasta Atenas para ayudar al país a encontrar nuevos fondos, en concreto, 325 millones de euros adicionales en el marco de los esfuerzos de saneamiento presupuestario, nueva privatizaciones y reformas estructurales.
«Todas estas medidas son fundamentales y tienen que aplicarse más allá de las elecciones. No habrá pago del dinero si no hay aplicación efectiva», destacó Juncker, que subrayó que era necesario convocar este encuento «para volver a explicar» a los socios griegos el nivel de exigencia que se espera de ellos.
Pese a la presión de los sindicatos, que han convocado para hoy y mañana la enésima huelga general, los representantes de Nueva Democracia, el Pasok y LAOS presentaron unas medidas de austeridad que pretenden cumplir el objetivo de reducir 10.000 millones de euros del déficit para el periodo 2013-2015.
Horizonte 2015
El objetivo, lograr antes de finales de 2015 cumplir el objetivo de superávit primario. Además de la recapitalización de la banca, el otro punto de conflicto ha sido reducir el salario mínimo, que ahora asciende a unos 585 euros en la categoría general. Los que se incorporen a su primer empleo –menores de 25 años– sufrirán un recorte del 32%, hasta 527 euros al mes. Además, al menos 15.000 funcionarios pasarán a una bolsa de reserva y el Gobierno se compromete a reducir la masa de trabajadores estatales en cerca de 150.000 personas en 2015.
Quien ayer se mostró, una vez más, dispuesto a contribuir a la solución de la eurozona fue el presidente del BCE, Mario Draghi, quien abrió la puerta a la participación de la institución en el rescate de Grecia, siempre que no le suponga pérdidas.
La operación consistiría en que el BCE canjease los bonos griegos que posee (unos 50.000 millones de euros, el 14% del pasivo heleno) por otros del Fondo de rescate europeo, quien revendería después esos títulos al mismo precio que pagó al BCE, absorbiendo así unos 11.000 millones de euros de la deuda helena. La prima de riesgo de invertir en deuda de la economía helena cerró ayer en 3.060 puntos básicos.
Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, descartó que un nuevo retraso a la hora de desbloquear el segundo rescate de Grecia perjudique a España. Además, señaló que, con el conflicto de la economía helena, a Europa «se le agota el tiempo».
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