Blanco lo niega todo

La corrupción no deja en paz al PSOE, pese a que el ex ministro Blanco, en su declaración ante el Supremo, lo negó todo. No cabía esperar otra cosa tanto si las respuestas dadas fueron falsas como verdaderas. De acuerdo con sus manifestaciones, él no hizo nada para que su amigo Orozco obtuviera determinados favores, que sí consiguió. Se limitó a telefonear a las personas idóneas interesándose por las cuestiones que le afectaban. Como si no supiera que la mera llamada de un ministro obra «milagros». Además, el propio Orozco, en unas conversaciones telefónicas grabadas, en las que el fiscal ve indicios de cohecho y tráfico de influencias, afirma que se reúne con él en lugares «de poco tránsito»; «y me va arreglando las cosas». En el punto cardinal opuesto a Lugo, en Andalucía, la situación cada vez se enmaraña más para los socialistas. La fianza impuesta por la juez al ex director general de Trabajo para hacer frente al «ingente despilfarro» de dinero público es de la escalofriante cifra de 686 millones de euros. Probablemente, el caso de los EREs fraudulentos haya sido la mayor estafa cometida con dinero público destinado a los parados, perpetrada contra los andaluces y cometida presuntamente por una institución pública. Guerrero no va a poder eludir la prisión, pero no debería estar solo pues resulta difícil creer que pudiera cometer tantas tropelías, sin el consentimiento, el silencio y el permiso de otros. Prueba de ello es que sus sucesores en el cargo continuaron actuando de la misma manera, sin detener las irregularidades y ¿sin informar a los de arriba? Por ello, de momento, la jueza ha decidido imputarlos.