Portugal

Villa maravilla por Julián García CANDAU

La Razón
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En tres minutos España, por medio de Torres y Villa, disparó dos veces a puerta. Villa repitió. Fue arranque avasallador. Con fuerza, velocidad y predisposición para tirar a gol. Portugal se asustó y a partir de ese momento sólo avisó con esporádicos contragolpes. Tuvo que llegar el momento feliz de Villa y la entrada de Llorente para que el partido se inclinara en favor de España. Costó mucho alcanzar la victoria. Después de minutos de posesión del balón, pero sin velocidad, con poca progresión, lo que hacía más difícil el triunfo, llegó la reacción. Fue la acción individual de Villa lo que dio el pase a cuartos. Cristiano Ronaldo no tuvo ocasión clara para asustar a Casillas, aunque lo hizo con un disparo lejano que el guardameta no blocó. Tampoco lo hizo con un remate de Tiago. Casillas, valor siempre al alza, preocupó.Al equipo español le faltó más precisión en el pase y volvió a acu- sar la ausencia de un jugador más para la faceta de elaboración del juego. Coentrao fue el mayor peligro portugués. Llegó por su banda sin que Ramos lo detuviera siempre. El ataque español se basó en Villa y Torres, quienes estuvieron muy escorados hacia las bandas. El asturiano se buscó la vida para disparar a puerta y puso en aprietos a Ricardo Costa y al meta, pero el equipo tardó en encontrar ocasiones para el pase con vitola de gol.La entrada de Llorente fue suficiente para que el ataque tuviera más peligro. El tanto animó al equipo y Portugal úni- camente trató de despertar en los instantes finales. Cristiano, hereje.