Internacional

Calígula y su caballo

La Razón
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En ocasiones, la osadía es un valor positivo pero en otras no esconde más que a un mediocre. Leire Pajín es ministra. Es tan increíble que en ocasiones necesito acudir a la página oficial de La Moncloa para comprobar que no es un mal sueño. Pues sí. Es la titular de Sanidad con un currículum que cabe en la hoja de una Moleskine de bolsillo. Nos escandalizamos con la decisión de Calígula al nombrar cónsul a su caballo Incitatus, cuando en realidad era la forma de expresar su desprecio por el viejo Senado romano. No voy a hacer la comparación, aunque lo merecería tras calificar de «indecente» el importante discurso de Aznar. Es un fiel reflejo de su altura intelectual y su capacidad dialéctica. Ni siquiera el pueblo más pequeño merecería el castigo de tenerla como concejal. Hay quien se sorprende del desprestigio de los políticos, pero algunos se lo tienen bien merecido. Las críticas a Aznar me parecen muy bien, aunque coincido con el contenido de su discurso, pero deberían ser sin la simpleza de Pajín.