Londres

Un goteo renovado de sangre azul

La Reina y los Príncipes destacaron entre la realeza

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Madrid- El protocolo también exige cumplir con el horario y adaptarse a la puntualidad británica. Colocar en la Abadía de Westminster a 1.900 invitados lleva su tiempo. Sobre las once menos diez de la mañana comenzaron a hacer su entrada los representantes de las distintas casas reales europeas vestidos según exigía la invitación, que estipuló la etiqueta: uniforme militar para ellos y traje corto para ellas. La representación real no ha resultado tan masiva –al tratarse de una boda de semi estado– como en el enlace de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, que, al tratarse del heredero al trono, sí fue un enlace de Estado.

El recuerdo de Lady Di se mantuvo muy presente durante la ceremonia. Cerca de las diez y media de la mañana llegó su hermano, un madrugador Charles Spencer, con su prometida, Karen Gordon, y sus seis hijos, fruto de sus matrimonios anteriores. Las princesas Eugenia y Beatriz, hijas del príncipe Andrés y de Sarah Ferguson, que no asistió al ser considerada persona «non grata», saludaron a sus tíos, los Condes de Wessex, y a su prima, Lady Louise, también a la princesa Ana y a su esposo, Timothy Laurence, que acudieron con sus hijos y sus respectivas parejas: Peter y Autumn Phillips y Zara con su prometido, Mike Tindall.


El turbante de Zorreguieta
La Reina estuvo acompañada en todo momento por los Príncipes de Asturias. Doña Sofía volvió a escoger a la diseñadora Margarita Nuez, su modista de confianza, creadora de la mayor parte del vestuario que exhibe en los actos oficiales y en quien confió para llevar al altar a Don Felipe. Lució un vestido en tonos azules con flores, tocado, guantes y unos «peep toe» de piel metalizada con plataforma interna y diez centímetros de tacón, diseño de Mascaró. La Princesa, por su parte, no arriesgó con un Felipe Varela de muselina plisada rosa terracota con bordados imperio en hilo al tono. El Príncipe de Asturias, como manda el protocolo, vistió el uniforme de gala de la Armada correspondiente a su grado, capitán de fragata, sobre el que mostró la Gran Cruz de la Orden Victoriana del Reino Unido, que le concedió la Reina Isabel II con ocasión de su visita oficial a nuestro país en 1988. Al cuello llevaba el Toisón de Oro, una de las órdenes dinásticas más prestigiosas del mundo. En la solapa, la Gran Cruz de Carlos III, del Mérito Militar y Naval.

Alberto de Mónaco y su prometida, Charlene Wittstock, que se darán el «sí, quiero» el próximo 2 de julio, llegaron, ambos de gris, minutos antes que la madre de la novia, Carole Middleton.

De color nude era el «look» de encaje de dos piezas de Máxima Zorreguieta, quien también volvió a sorprender por su elegancia particular al exhibir un original turbante. Junto a su esposo, el príncipe Guillermo, también presenciaron la ceremonia su hermano, Johan Frisso, y su mujer, Mabel Wisse. Armani Privé firmó la creación en azul petróleo de la princesa Matilde de Bélgica, esposa del Príncipe Felipe. No faltaron el rey Simeón II y la reina Margarita de Bulgaria, ni tampoco la reina Margarita de Dinamarca, de azul.

El rey Constantino, padrino de bautismo del novio, y la reina Ana María de Grecia viajaron a Londres con su hijo, el príncipe Pablo, la esposa de éste, Marie-Chantal, y el hijo de ambos, el príncipe Constantino de Grecia, ahijado de Guillermo. Entre los asistentes se dejaron ver también el rey Harald y la reina Sonia de Noruega, así como el gran duque Enrique y la duquesa María Teresa de Luxemburgo, el rey Miguel I de Rumanía y su hija, la princesa Margarita. También estuvieron presentes el principe heredero Alexander y la princesa Catalina de Yugoslavia con su prima, la princesa Isabel, así como Alexander II de Serbia y la princesa Katherine.


Victoria, impecable
La princesa Victoria fue una de las más elegantes de la jornada. Acudió en representación de la Casa Real Sueca y como Heredera a la Corona de su país. Del brazo de su esposo, el príncipe Daniel, el duque de Västergötland, optó por un favorecedor vestido en tono coral y una maxi pamela.