Sangre sudor y lágrimas

¿Qué ha significado el «gilismo» para el Atlético?
–Sangre, sudor y lágrimas. Sufrimiento y que mucha gente se esté yendo del club, prefieren ver al Barça. Se está perdiendo el sentimiento. El amor al club se transmitía de padres a hijos y después a los nietos. Eso se ha perdido. El club dice que se han dado de baja 5.000 socios, pero son muchos más.

¿Volverá el Atlético a competir con los más grandes?
–Es complicado. Ya no somos el tercero, ni el cuarto ni el quinto equipo de España. Los contratos de televisión no se discuten en igualdad, lo que hace que empecemos la carrera con un hándicap terrible. Hemos ganado muchos títulos, pero eso ahora está lejos. Tendría que estar siempre en la Liga de Campeones y se conforma con entrar en la Liga Europa por la puerta de atrás.

¿Qué ha perdido el Atlético en estos años?
–Ha perdido la legitimidad moral de sus dirigentes. Son poseedores, no propietarios. Tienen que devolver el club a los socios. Antes la única democracia que existía estaba en el fútbol. Ahora se vota para todo menos en el fútbol. Las Sociedades Anónimas son un auténtico fracaso. El Real Madrid no pertenece a nadie y cuando un presidente lo ha hecho mal, lo han puesto en la calle. Y el Barcelona igual. Los demás no pueden hacerlo y se han quedado a la cola.

¿Cuál es la solución?
–El movimiento social es lo que le va a sacar de ahí. Los actuales gestores están fuera de la realidad.