Londres

Uniforme Olímpico y Real por José Arroyo

La Razón
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Reconozco que no soy muy de realezas. Pero ayer Doña Sofía me ganó, pues tuvo un gesto que no debería pasar inadvertido para nadie. Ayer se inauguró la que será la Casa de España en Londres durante los Juegos Olímpicos y más de uno se quedó con la boca abierta al ver el atuendo de la Reina.

Tanta polémica, tantos ataques y tanta bromita con la ropa de desfile del equipo olímpico español y resulta que la Reina de España lució majestuosa el tan denostado traje en dicha inauguración. Ahí es nada.

Me pregunto qué dirán ahora los numerosos expertos en moda y exquisitos del vestir del vestuario de desfile. Aunque me temo que fieles a sus principios optarán por callar y esconderse debajo de la mesa o comenzarán a decir que el dichoso traje llevado ayer por la Reina es verdaderamente ideal.
El caso es que en esa misma recepción, con multitud de miembros del Comité Olímpico Internacional, presidentes de empresas y «gente bien» presentes, el comentario generalizado era que la ropa puesta gusta mucho más. Incluso el príncipe Alberto de Mónaco alabó el vestuario.
No voy a decir los nombres de las distinguidas personas a las que se lo escuché, para que los que marcan tendencia en moda no les llamen «chonis poligoneros».